Intermón denuncia que hay un muerto cada sesenta segundos

Cada año mueren 500.000 personas por disparos procedentes de armas convencionales, no de carros de combate, fusiles de asalto o bombardeos indiscriminados. Es decir, un cadáver por minuto. Y la sangría no se reduce. El macabro dato es la principal conclusión del informe Vidas destrozadas de Intermón Oxfam y Amnistía Internacional y que sirve para demandar un control más estricto para la venta de este material. La facilidad para adquirir un rifle la ejemplifica el documento en Kenia: ahora se adquiere una de estas armas a cambio de cinco cabezas de ganado; hace 35 años costaba 60. El resultado es mutilaciones en los países más pobres o que «los niños salgan de clase hablando de pistolas», como dice un profesor londinense. «La facilidad con que se consiguen armas aumenta el índice de violencia, provoca estallidos de guerra y prolon-ga las ya existentes», recalca el informe. Las dos oenegés recuerdan que el contexto actual -guerra preventiva y amenaza terrorista - ha dis-parado el descontrol militar y ha motivado que el eje del bien (EE. UU. y Reino Unido) incremente su participación y aportación militar a países amigos pero que violan el Código Ético de Conducta de la Unión Europea.