El Centro de Cáncer entra en crisis al cuestionarse a Barbacid
La joya de la corona de la investigación española está perdiendo brillo. El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dirigido por Mariano Barbacid, atraviesa uno de los peores momentos desde su creación. Por primera, se hace público el malestar de algunos científicos hacia Barbacid, al que se acusa de «autoritarismo» y escasa visión. Mariano Barbacid, un fichaje estelar para un centro que aspira a ser una referencia ineludible en la investigación oncológica, se ha enfrentado a sus propias colegas. La raíz de la polvareda que se ha levantado hunde sus raíces en la renuncia de Luis Serrano, al que Barbacid pretendía reclutar para que desarrollara un proyecto de biología molecular. Serrano, que ostenta el prestigioso premio Marie Curie, se ha hartado de Barbacid, al que acusa de una gestión demasiada personalista y una «estrecha visión científica». Serrano ha enviado un correo electrónico a sus compañeros investigadores en el que explica los motivos que le han llevado a romper con Barbacid. Institución muy jerarquizada El investigador indócil, que en la actualidad desempeña el cargo de director del programa de Biología Estructural del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, radicado en Heidelberg, no quita mérito científico a Barbacid, pero le imputa montar en el CNIO una estructura demasiado jerarquizada. Tal circunstancia permite, según el científico contestatario, que todo el poder descanse de manera exclusiva en Barbacid, que prescinde de forma sistemática del comité de dirección. Para el actual responsable del CNIO, la airada reacción de Serrano es una pataleta de un hombre frustrado que aspiraba a sustituirle. Mariano Barbacid aduce que es un secreto a voces que pronto será defenestrado y alega que la invectivas de su colega se inscriben dentro de los movimientos sucesorios. A Barbacid no le falta razón al reconocer que sus días están contados. Él mismo ha admitido que está negociando su salida. Su discrepancias con la anterior ministra de Sanidad, Celia Villalobos, se han reeditado con la actual, Ana Pastor. Fuentes cercanas a Sanidad atribuyen a Barbacid un carácter difícil y una especial habilidad para crearse enemigos. En efecto, el fundador del CNIO tiene muchos adversarios, que le acusan de arrogarse un papel preeminente en la investigación oncológica, un mérito que, dicen, no es suyo de forma exclusiva. Los detractores del director del centro oncológico dicen que será su mano derecha, Miguel Ángel Piris, quien ocupe el puesto.