Diario de León

Creado:

Actualizado:

ENTRA EN AGUAS el mes y las cosas. Parto habemus. Los montes gimen y tendremos un ratón más en la familia. Habrá paritorio mañana en Valladolid, aunque poco va a pasar en esa reunión del sanedrín de Caja España, a pesar de que se barrunta boscosa la discusión y enervante un asunto, que no es otro que los más de doscientos millones de calandrias que componen la morterada indemnizatoria del ex director general (hay mañanas que ni yo ni usted juntos los ganamos), cantidad al parecer prevista en caso de cese y que ya tiene precedentes en la entidad que vienen estableciendo una irritante ley. Pero, aclárense, ¿fue cese en toda regla como así rugía la grada o dimisión honrosa, como así pareció vestirse la salida del fulminado? Porque en este último caso, escapando por iniciativa de propio y no de ajenos, no parece corresponderle la tal indemnización justipreciada, blindada o con tirantes. Miembros del consejo se sulfuran porque además, en estos casos, está previsto que el cesado o dimitido no pueda trabajar en lo mismo ni en un radio de lesión comercial durante al menos dos años. No parece tal. El susodicho director automáticamente se ha pasado con bagajes -y hay quien sospecha que con armas- a la competencia, a otra caja de buena faja, allí llamada faixa de caixa (a los clubs que compran futbolistas se les suele cobrar un canon de formación; y también aquí podría ser caso). ¿Y aún así le vamos a atizar esa insultante cantidad?, se pregunta un consejero al que le sale azufre por la orejas, ¿es el premio a la carrera que cogieron esos veinticinco mil millones que dicen se han precipitado por la barranquera abajo de las pérdidas o el descontrol?... A enemigo que huye, puente de plata. Bueno. Pero hacérselo de oro con pedrería engarzada tiene algo de broma; y lo suyo de escándalo. Esto de los blindajes en contratos estará bien, seguramente, pues nadie los discute o enmienda. Por el contrario, hay quien se plantea que al igual que se premia gestión y resultados, debería existir una tabla de penalizaciones prevista para cuando estos altísimos ejecutivos la caguen, desbaraten o arruinen, que se dan casos y, a lo peor, este es uno de ellos. A tanto perdido, un tercio reclamado y devuelto; es lo mínimo. ¿Dónde se contemplan las responsabilidades personales por gestión picuda o desastrosa?

tracking