La bandera (de León) y la banderita...

Día de banderitas ayer en León. Los voluntarios de la Cruz Roja se esforzaron en conseguir dinero premiando a los transeúntes con su peculiar pegatina de la banderita. Por su parte, los concejales de la Unión del Pueblo Leonés agasajaron a los periodistas de Diario de León con un cocido de la tierra, blandiendo la bandera de la amistad y la pasión por León. Comida, charla y mus Los concejales de la UPL en el Ayuntamiento de León invitaron ayer a una nutrida representación de la redacción del Diario de León a un nutritivo y sabroso cocido en el restaurante Amancio de la capital. Los leonesistas explicaron a los periodistas la situación actual del ayuntamiento tal y como ellos mismos la viven (siempre como socios de gobierno, ahora y antes) y debatieron sobre numerosos aspectos municipales. No obstante, también hubo tiempo para una sesión de chistes encabezada, como no, por el portavoz municipal, Javier Chamorro, quien tras la comida y en compañía del «líder espiritual», José María Rodríguez de Francisco, recibieron unas clases gratuitas de mus. Por lo demás, nada que objetar a una cita que resultó agradable, que sirvió para hablar del futuro de un partido que, según sus máximos responsables goza de buena salud, y en la que se pudo degustar un suculento cocido regado por un buen vino de la Tierra de León, concretamente de Gordoncillo (que aprendan otros). Por una pegatina, un donativo La Cruz Roja fue ayer protagonista de una nueva cuestación popular entre los ciudadanos de la capital leonesa con el maravilloso aliciente de entregar la famosa banderita de la organización no gubernamental más famosa de la historia en forma de pegatina a aquellos que contribuyeron a llenar sus arcas. La Cruz Roja dispuso varias mesas en el centro de León durante la mañana de ayer y decenas de sus voluntarios cogieron la famosísima huchas para ir a la búsqueda de gentes de bien para indicarlas que podían contribuir a financiar las acciones solidarias que gestiona esta organización. La Cruz Roja reparte alimentos a la población más desfavorecida -hay que recordar que según la Unesco España tiene ocho millones de personas bajo lo que ellos consideran el umbral de la pobreza-, mantiene una red de emergencia con una flota de ambulancias dispuestas a atender a las personas con problemas de salud o salvar vidas en los múltiples accidentes de tráfico que asolan las carreteras de la provincia. Es decir, un trabajo solidario más que necesario para la sociedad. Es de esperar que los leoneses se hayan portado ayer con ellos tan bien como lo hacen ellos por todos los demás. Es en beneficio de todos.