Grapas quirúrgicas

Los estudios realizados reflejan que el reposo en cama retrasa la recuperación del dolor de espalda. Debe evitarse, salvo que sea absolutamente necesario, y será el menor tiempo posible. La aplicación de frío -después de la lesión- o calor -en las dolencias crónicas- puede reducir las molestias. Una vez superado el episodio doloroso conviene mantenerse activo y aplicar normas de higiene corporal para reducir el riego de una nueva crisis. En cuanto al tratamiento farmacológico, los procesos de recuperación se reducen al 50% si a los antiinflamatorios se añaden complejos vitamínicos (B1, B6 y B12) ya que refuerzan los sistemas nervioso y muscular. Si los fármacos no dan resultado puede ser aconsejable realizar una intervención neurorreflejoterápica, consistente en estimular las fibras nerviosas mediante la implantación de unas grapas quirúrgicas. Además, se produce la liberación de encefalinas, unas sustancias que bloquean los mecanismos neurofisiológicos implicados en el dolor, la inflamación y la contractura muscular. En pacientes con hernia discal, escoliosis o estenosis espinal puede recurrirse a la cirugía, mientras que en enfermos crónicos en los que el dolor es debido a la degeneración de la articulación puede plantearse la rizolisis, consistente en la destrucción de los nervios que transmiten la sensibilidad.