El análisis de estos cuerpos celestes ayudará a conocer la «prehistoria» de nuestro universo
A la caza y captura de un cometa
En febrero se lanzará una nave que, tras doce años de viaje, se posará en un cometa
Una de las misiones espaciales más ambiciosas y complejas hasta la fecha tiene el objetivo de llegar hasta un cometa situado a centenares de millones de kilómetros de la Tierra. Cuando lo alcance, dentro de unos 11 años, las imágenes que obtenga el robot que viaja a bordo del satélite ofrecerá a los científicos y al público en general la primera visión cercana de la superficie de un cometa, con lo que se espera conocer estos astros mucho mejor que hasta ahora. El proyecto Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) estaba previsto para su lanzamiento en enero de 2003 y su objetivo era llegar al pequeño cometa Wirtanen en 2012. Pero problemas de fiabilidad del cohete hicieron que los científicos cancelaran la misión, perdiendo así la «ventana», es decir, el periodo más propicio para alcanzar ese objetivo. El nuevo plan consiste en lanzar la nave en febrero de 2004 para llegar a un nuevo cometa, el Churyumov-Gerasimenko, en noviembre de 2014. Cuando llegue a su destino, la nave girará en torno al cometa a una altura suficiente para que sus cámaras e instrumentos puedan estudiar de cerca su superficie. Posteriormente, el minilaboratorio robotizado que viaja a bordo se posará sobre la superficie del cometa para tomar muestras. Los principales cambios de la misión se deben a la nueva ruta que hay que tomar para llegar a este cometa que, al ser más grande, tiene una fuerza gravitatoria superior a la del Wirtanen. Por eso ha habido que cambiar el sistema automático de «aterrizaje» y posiblemente habrá que hacerlo también con las patas del módulo, dotándolo de otras más potentes. Comparada con la primera misión, en la segunda el Rosetta deberá seguir una trayectoria más compleja para llegar al Churyumov-Gerasimenko, pues tendrá que hacer varios giros alrededor del Sol y varias maniobras alrededor de la Tierra y Marte para evitar su fuerza de atracción y poder acelerar en el espacio, llegando así al cometa cuando éste se encuentre cerca de Júpiter en su camino alrededor del Sol. Prehistoria espacial Se piensa que los cometas son los objetos más antiguos del sistema solar y que, por tanto, los datos que se obtengan de ellos mediante estos nuevos instrumentos ayuden a los científicos a entender mejor la historia primitiva de nuestro sistema solar y el posible papel de esos astros como «sembradores de semillas» de la vida en la Tierra.Según los científicos del proyecto, un conocimiento más profundo de los cometas podría descubrirnos el modo de enfrentarnos a la posible amenaza de que uno chocara contra la Tierra. Entre los otros 19 experimentos que llevarán a cabo la nave espacial y el módulo que se posará en el cometa, uno consistirá en que cinco sensores analizarán el plasma que rodea al cometa y su relación con las partículas eléctricas del viento solar. Son precisamente los choques del plasma con esas partículas los que crean los fenómenos que vemos en forma de cola del cometa.