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La Físcalía ha abierto una investigación judicial contra el médico que atendió al joven

La madre del tetrapléjico francés se declara culpable de su muerte

Marie Humbert inyectó barbitúricos en la sonda de su hijo y cumplió así su deseo de morirse

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colpisa | parís

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La madre del joven tetrapléjico Vincent Humbert, cuya muerte relanzó el debate sobre la eutanasia en Francia, reivindicó la principal responsabilidad por su muerte, que ha asumido el médico que le atendía. «Estoy segura del medicamento que inyecté a Vincent. Su muerte podría haber sido más larga» y el doctor Frédéric Chaussoy, jefe del servicio de reanimación del hospital de Berck-sur-Mer (norte), «sólo quiso ayudarme a acelerar las cosas», afirmó Marie Humbert en un emisora de radio francesa . La Fiscalía ha abierto una investigación judicial por «envenenamiento con premeditación» contra el médico, lo que podría conllevar la cadena perpetua. En cambio, Marie Humbert es investigada sólo por «administración de sustancias tóxicas con premeditación a persona vulnerable», un delito castigable con cinco años de prisión. 1397124194 Tetrapléjico, mudo y casi ciego Vincent Humbert, tetrapléjico, mudo y casi ciego desde un accidente de tráfico ocurrido tres años antes, murió a los 22 años, el pasado 26 septiembre, en el hospital de Berck. Dos días antes su madre había inyectado barbitúricos en la sonda que le alimentaba para cumplir así los deseos del joven, que repetidamente había pedido la muerte, incluso en una carta al presidente de la República y en un libro titulado Os pido el derecho a morir . A raíz de esa inyección, Vincent cayó en un coma profundo y dos días después murió. El médico afirmó públicamente que había desconectado el respirador que le mantenía artificialmente con vida, si bien posteriormente precisó que le puso dos inyecciones para precipitar su muerte. «Para mí, Vincent murió el 24. Le vi dormirse, irse. Quizás su corazón latía todavía un poco. Yo no soy médico», dijo su madre. Marie Humbert denunció como injusto que el médico sea investigado por envenenamiento con premeditación y se declaró dispuesta a afrontar la Justicia. «Para mí no será tan doloroso como haber ayudado a mi hijo» a morir, explicó Humbert. Más de 100 médicos se han solidarizado con el médico en un manifiesto en el que afirman que «ante una situación sin salida» como ésta, cada uno de ellos «habría podido reaccionar de la misma manera».

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