La codorniz, la gallinácea más pequeña

Nombre científico : Coturnix coturnix. Otros nombres. Buenpanhay, pazpallárega, pazpallá. Descripción. La codorniz es el representante más pequeño de las gallináceas ibéricas, familia que engloba a perdices y faisanes, entre otros. Las patas cortas y un cuerpo poco estilizado le dan un aspecto rechoncho. Presenta un plumaje poco llamativo donde predominan los colores pardos lo que unido a sus tímidos hábitos la convierten en una especie muy difícil de observar. Sus pocas apariciones en campo abierto hace que la detección de la especie se realice normalmente al escuchar su característico canto. De hecho, los sonidos que emiten son los responsables de los onomatopéyicos nombres que recibe en muchos de nuestros campos: buenpanhay, pazpallárega, pazpallá. Distribución y hábitat : Como reproductora ocupa la totalidad del continente europeo, las islas mediterráneas e incluso, las atlánticas. En España, se localiza en todas las regiones aunque es más escasa en la cornisa Cantábrica, Castilla-La Mancha y la costa andaluza mientras que Castilla y León alberga la población reproductora más numerosa. No obstante, presenta una enorme dependencia por las condiciones ambientales por lo que la abundancia puede variar de año en año en función de la temperatura, humedad y, sobre todo, del desarrollo de la vegetación. Biología: A pesar del aspecto rechoncho y aparentemente poco apto para realizar grandes vuelos, lo cierto es que la codorniz es una de las aves ibéricas que realiza desplazamientos más largos. Pasa el invierno en África, al sur del desierto del Sahara, y hacia el mes de abril comienzan las primeras aves a llegar al sur de España. Ya en el norte del continente africano se quedan las primeras codornices a criar, pero sólo las hembras puesto que los machos, una vez que consiguen copular, siguen viaje en busca de nuevas hembras a las que cortejar. De esta forma cuanto más al norte, mayor será el porcentaje de machos frente al de hembras y, así, se ha comprobado que en Marruecos hay un macho por cada hembra, en España, la proporción aumenta hasta cinco a uno y en el norte de Europa llega a haber quince machos por cada hembra. No se considera a la codorniz como una especie amenazada pero es indudable que las poblaciones han sufrido un declive debido al abuso en la utilización de herbicidas e insecticidas que han reducido la disponibilidad de alimento.