El carné de puntos

MÁS de cuatro mil personas se han dejado la vida en las carreteras españolas en este año que está a punto de despedirse. Varios miles más resultaron heridas, muchas de ellas jamás volverán a ser lo que fueron. Una silla de ruedas, unas muletas, una piel abrasada, les recordará siempre el momento trágico en el que provocaron o fueron víctimas del accidente fatal. El exceso de velocidad, conducir bajo los efectos del exceso de alcohol o no respetar las señales que regulan el tráfico son las causas más frecuentes de los siniestros. En todos los países tienen el mismo problema, lo que ocurre es que algunos llevan años combatiendo las causas. En el Reino Unido en Italia y en Francia tienen un sistema mediante el cual el permiso de conducir está vinculado a un baremo de puntos. Puntos que van siendo descontados en función de las infracciones que comete el conductor. Agotados los puntos (12 en el caso de Francia), el titular si quiere recuperar el carné tiene que volver a examinarse. Tambien puede recuperar los puntos perdidos si durante tres años no vuelve a ser sancionado. Desde hace unos meses, además, en las carreteras francesas, funciona un sistema de radares que fotografían a los coches que circulan por encima de la velocidad permitida y esa foto con la pertinente multa (95 euros) le llega al propietario del vehículo al cabo de un par de días. La combinación de los dos sistemas: puntos y radar han conseguido rebajar un 30 por ciento el número de accidentes en los últimos seis meses. Más que un éxito, casi parece un milagro. Visto el resultado, deberíamos preguntarnos, ¿por qué en España no se implanta algo parecido? De hecho hay una comisión parlamentaria que lleva ya un año dándole vueltas al asunto.. Sin embargo, pese a que todos los partidos de la oposición defienden la implantación del programa de puntos, el PP, de momento, no lo considera oportuno y apoyándose en su mayoría absoluta ha decidido rechazar la idea. Su portavoz en la comisión ha pedido más tiempo para reflexionar.. La previsible impopularidad de semejante medida es la única razón que veo para aplazar la entrada en vigor de una norma que está demostrado que contribuye a salvar vidas.