CORNADA DE LOBO
Pijaínas
LA COCINA PIJA hace furor y mea colonias. Parece que la gente va a gusto con un «más por menos». Sobra tela, estamos hartos y por comer tres pijaínas en un plato grande como rueda de molino (ideal para comulgar) te arrean tal fostión en la cuenta, que sales del sitio pensando con fundamento que eres un tres por ciento conde-duque y el resto gilipollas. No te dan de comer. Se insinúa. Pagas sensaciones. Tener apetito es de mala educación. Y así, del exotismo a la extravagancia y de lo honesto al cambalache y al atraco cabe tan sólo el canto de un billete de doscientos euros... Hablando con mi hermano Andrés de estas cosas del comer firulí, me contó que le entraron ganas de dar repaso a esta marea de tendencias y monosabios y que en breve publicará un artículo que ha titulado como con estaca, «Tortilla de-construída», aquello que le dió por inventar al Ferrán Adriá y que después le copiaron todos, incluso en esta cazurrería arriera que trinca por los caminos, pues de eso se trata en la nueva cocina, de copiarse como si fueran pintores, de plagiarse como si fueran arquitectos, de calcar fórmulas como si fueran enólogos, de imitarse como si fueran loros y de ponerse a parir entre ellos como es norma interna de cualquier gremio. Pregúntale a este cocinero creído qué opina de aquel otro que pontifica y verás qué menú le apareja a base de sapos, meaos y culebrinas... Y lo que no se hurta con el plagio, se roba a la honrada cocina popular y al diccionario étnico, que es moda hoy que todo lo infecta, toquecito fariseo para absolver la estafa. Y así puede salir un plato al que bautizan como «magret de pato azulón del Luna con gratinado de patatas y salsa de trufas sobre colchón de filaspas confitadas al estilo de Prioro», cágate, o este que me pusieron el otro día en Figueras, «crema de bolets del Ampordá amb parmentier d'alfàbrega llançanesa i saltejat de cuixetes de guatlla i esparrecs amb salsa de mandarines», jodó petaca. Llegados a estos casos, recuerda lo que dijo aquel ordenanza ante el despacho del Subdirector General de Planificación Estructural Agropecuaria y Extensión Territorial: desengáñese usted; cuanto más largo es el nombre, más insignificante es el cargo del midundi. Pues con esta cocina nueva, lo mismo: a más largo nombre en la carta, menos sustancia en el plato.