Diseño atenuado y cierto carácter deportivo en un«station wagon» con aspiraciones

El nuevo concepto de diseño que pretende implantar Volvo con la puesta en escena del V50 se basa fundamentalmente en lo que su fabricante denomina «diseño atenuado y con una orientación más deportiva que la de un clásico modelo familiar». La propuesta se traduce en un coche con cierta «forma de barco» cuya carrocería, vista desde arriba, tiene los trazos de un auténtico casco de barco: una proa redondeada, una ancha sección central y una popa estrecha. Al igual que el resto de los automóviles de la marca, el nuevo V50 se ha diseñado para ofrecer una alta tasa de reciclaje: el 85%, en peso, de sus materiales, pueden reciclarse; los componentes plásticos se marcan en fábrica para facilitar su reciclaje, mientras los materiales de fieltro y de fibra de madera reciclados se utilizan en determinados componentes del revestimiento interior del coche. El V50, segundo de los modelos del fabricante sueco que comparte tecnología con Ford y Mazda, se produce en la factoría que Volvo mantiene en la localidad belga de Gante que, cuando concluya su ampliación, se convertirá en la unidad de producción más grande de la marca, con una capacidad anual de montaje de unos 270.000 vehículos. Además del reciente S40 y del V50, en Gante se producirá el S60, mientras que la producción del V70 se trasladará a la planta sueca de Torslanda, donde también se fabrican los Volvo XC70, S80 y XC90. En las previsiones del fabricante, el objetivo anual de ventas para el nuevo V50 rondará las 74.000 unidades, la mayor parte de las cuales se destinará al mercado europeo. Alemania se llevará la mayor parte (15.000 unidades anuales). Le seguirán Suecia (10.000), Gran Bretaña (8.000), Italia (7.000) y los Países Bajos (5.500 unidades).