Gente de aquí y de allá | Mala vida
Demasido estrés por Navidad
Las compras de regalos y las reuniones familiares incrementan el nivel de cansancio mental de parte de la población; otra parte lo percibe como algo realmente saludable
Las compras navideñas, las prisas de última hora para adquirir los regalos y las reuniones familiares pueden incrementar la sensación de estrés de la población, advierten expertos en psiquiatría y psicología. Ciertas personas ven con la llegada de las fiestas de Navidad la obligación de reencontrarse con familiares con los que mantienen una relación tensa y fría durante el resto del año. El psicólogo de la clínica Teknon de Barcelona, Xavier Palliser, aseguró que «el hecho de decidir los regalos que deben comprarse a cada amigo o familiar o tener que organizar una comida en casa son circunstancias nuevas que pueden provocar estrés y ansiedad». No obstante, algunas personas «llegan a percibir esto como algo bueno», precisó. Las reuniones familiares pueden celebrarse en un ámbiente cordial, aunque en ciertas casas se vive de modo distinto. Hay personas que «se ven obligadas a reencontrarse con familiares con los que mantienen una relación distante durante los otros meses del año» y que perciben estas comidas como «algo obligatorio» por «seguir la tradición», explica. Una opción para las personas que vean cómo un obstáculo el ir a comprar regalos de Navidad o Reyes «es hacerse acompañar por un amigo o familiar» que «les ayudará a superar y hacer más llevable esta situación». Ancianos más vulnerables Aunque no existe un perfil determinado sobre este tipo de personas que sufren mayores niveles de estrés y ansiedad con la llegada de la Navidad, los más vulnerables son aquellos que «han perdido recientemente a un ser querido» y que «están pasando por un proceso de duelo». «Hay que normalizar la situación y evitar que la muerte de esta persona sea un tabú, aunque tampoco debemos intensificar su recuerdo de forma exagerada», precisó. Los ancianos son los que habitualmente se ven más perturbados con las fiestas navideñas, porque «estas celebraciones les traen recuerdos, de personas muy próximas que ya no están con ellas», explica. «Hay abuelos que no toleran bien que el papel que hoy se les reserva a las personas de más edad no es el mismo que hace décadas», asegura Pelliser.