Gente de aquí y de allá | Un recibimiento inesperado
España «is wonderful»
Un peregrino holandés, con 2.300 kilómetros a la espalda, llegó en el momento justo de la inauguración del Jacobeo en Puente Castro. Como recompensa, fue invitado a comer en San Marcos
Tras 87 días de peregrinaje desde Holanda y de pisar mucho barro, Wouter Moullink no soñaba ni remotamente con convertirse en el símbolo del Jacobeo leonés, y mucho menos con comer en el Hostal de San Marcos rodeado de alcaldes del Camino, como si fuera una gran estrella de cine. Sin embargo, su destino estaba ligado a la ciudad. Apareció en Puente Castro en el momento justo, las dos de la tarde, cuando el Ayuntamiento estaba inaugurando la oficina de información al peregrino. Su irrupción atrajo en seguida los flashes de los fotógrafos y los elogios de los representantes municipales, que vieron coronada así la apertura de la caseta con un caminante de carne y hueso. Por supuesto, fue cargado de trípticos, camisetas con el nuevo logotipo del Jacobeo y gorras publicitarias. Moullink, con cara de absoluto asombro, y gracias a la traducción que realizaba su reciente compañero de viaje, el segoviano David Gómez, sólo acertó a exclamar: España «is wonderful». Su sorpresa se intensificó al escuchar que la concejala de Patrimonio, Evelia Fernández, le animaba a participar en la comida del Hostal. «No puedo rechazar la oferta», aseguró entre risas. Después, comenzó a mandar mensajes a sus familiares a través del móvil para contarles la peripecia. «Jamón y muchas gracias» No es la primera aventura que protagoniza este holandés, de 29 años, en la ruta. En Puente de la Reina, el propietario de un restaurante le invitó a comer y el periódico local contó su historia. Como deferencia, enviaron un ejemplar del diario a su familia. Sin embargo, la mayor parte del Camino la ha efectuado solo, al menos desde su país de origen hasta Roncesvalles. Su primer amigo de verdad es Gómez, de 31 años, al que conoció en Carrión de los Condes. Con él ha aprendido a decir jamón y muchas gracias, han compartido experiencias e ilusiones. Aunque ha recorrido más de 2.300 kilómetros y las llagas de los pies se han convertido en callos, reconoció que el ver tanta gente amable en León le daba «energía». Comenzó el Camino porque le impresionó conocer que existía esa ruta, que espera concluir en diez días para volver a ver a su novia. Tras una charla de fútbol con el alcalde leonés, Francisco Fernández, al que contó que jugó en Holanda junto a Seedorf, Jordi Cruyff y Patrick Kluivert _por eso es del Barça-, Moullink prometió escribir en holandés, alemán e inglés un agradecimiento en el libro de peregrinos de las Carbajalas. «No olvidaré León», reconoció.