La nueva normativa es aplicable a novios, padres y hermanos

Ascendientes, descendientes, hermanos, parejas de hecho, simples novios sin convivencia... las nuevas leyes para endurecer el tratamiento penal de la violencia doméstica -tal y como recuerda la Fiscalía General de Estado- «amplían notablemente el grupo de personas protegidas, extendiéndolo incluso más allá de ámbito familiar». Los novios también Y este objetivo del legislador, sostiene Jesús Cardenal, debe imbuir también la acción de los fiscales. «Los novios pasan a ser incluidos pese a la discutible fórmula empleada por el legislador al denominarles como personas unidas por una análoga relación de afectividad aún sin convivencia». No hace falta que la relación sea estable, recuerdan las recientes instrucciones. Como tampoco es indispensable que los maltratados tengan un vínculo familiar directo con el agresor. No hay limitación en el grado de parentesco. Entiende la Fiscalía que «la mención de descendientes, ascendientes o hermanos incluye expresamente a los que lo sean por naturaleza, adopción o afinidad, sin exigirse - como se hacía antes - ningún requisito de convivencia con el agresor». Son, resume Cardenal, «situaciones muy amplias y variadas» las que contempla la nueva legislación. La ampliación del concepto de maltrato atiende una de las tradicionales demandas de las organizaciones feministas, críticas desde siempre con una visión demasiado estrecha de la violencia de género. Esta es una de las razones que suele justificar la disparidad entre los recuentos oficiales de víctimas mortales de los malos tratos - más ceñidos al vínculo marital o sentimental- y el balance más amplio que estas organizaciones presentan cada año. De acuerdo con el recuento de la Red de Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género, el 2003 acabó con la muerte de 82 mujeres por violencia doméstica, sumadas esposas, divorciadas, compañeras de hecho, novias, ex novias, madres, suegras, hijas e hijastras.