Para no perderse en el Camino

Las calles de León ya tienen un elemento más del cual presumir. Se trata de las nuevas placas de bronce que se colocarán en todas las calles por las que discurre el Camino de Santiago en la capital leonesa. La iniciativa, promovida por el Ayuntamiento de León, se enmarca dentro de los actos del año Jacobeo que se realizarán en esta ciudad. Las placas han sido elaboradas y talladas por los alumnos de la Escuela Taller de Puente Castro. Por otro lado, parece que la Navidad no se acaba nunca. Los que ahora se encargan de que no se olvide esto del espíritu navideño cuando ha comenzado la cuesta de enero son los Reyes de la Casa de Galicia, que entregaron durante el día de Reyes regalos, caramelos e ilusión a los pequeños que se acercaron hasta su sede. Para empezar el año La inauguración del año Jacobeo ha comenzado con la colocación de una serie de placas identificativas de los nombres de las calles situadas en el Camino de Santiago a su paso por la ciudad de León. El día 29 de diciembre se descubrieron las nuevas placas de bronce identificativas de la avenida Madrid, que también se colocarán en las calles de todo León por las que discurre el Camino de Santiago. Las placas han sido realizadas por los alumnos de la Escuela Taller de Puente Castro, que se enmarca dentro del programa del Ildefe, del que se encarga el concejal de Infraestructuras, Javier Chamorro. Los actos del programa del año Jacobeo que realizará el Ayuntamiento de León cuentan con un presupuesto de 121.000 euros. Continúan los regalos Después de que sus Majestades estuvieran en el Hospital de León, llegasen a la estación de trenes y recorrieran las calles de León entregando regalos, también se pasaron por la Casa de Galicia, donde también llegaron sus Majestades, Melchor, Gaspar y Baltasar, que entregaron regalos a todos los niños que se acercaron el día de Reyes a recogerlo. Los pequeños también se llevaron caramelos y sobre todo se notaba la ilusión de los niños al conocer en persona a Melchor, Gaspar y Baltasar y poder recoger los regalos de sus manos. Aunque los más pequeños estaban temerosos del rey Baltasar y de las largas barbas de Melchor y Gaspar, por lo que alguno echó alguna lágrima. Este fue uno de los actos navideños que celebró la Casa de Galicia dentro de su programa de Navidad, como el belén de cumbres que se desarrolló a más de 1.820 metros de altura.