Tras la guerra de los Seis Días, Jordania se convirtió en la base de operaciones de la OLP, desde donde luchó por mantener la autonomía de los palestinos frente a las potencias árabes dominantes.
Fue conquistando el reconocimiento internacional y en 1974 fue el primer representante de una organización no gubernamental, la OLP, en dirigirse al plenario de las Naciones Unidas.
La guerra civil en el Líbano le llevó a enfrentarse con Siria y facciones de la OLP que precipitaron la invasión israelí. Las grandes matanzas de Shabra y Chatila forzaron su salida del país y su marcha a Túnez.
En Bagdad en 1987 consiguió reafirmar su autoridad sobre la OLP. En noviembre la población palestina de Gaza y Cisjordania, iniciaron la Intifada con la "revuelta de las piedras".
En noviembre de 1988, el Consejo Nacional Palestino proclamó la creación de un Estado palestino, aceptando una resolución de la ONU, que implicaba el reconocimiento del estado de Israel.
La OLP fue ignorada en la Conferencia de Madrid de 1991, germen de los Acuerdos de Oslo en 1993. Arafat volvió a Gaza en julio de 1994 a la cabeza de una Autoridad Nacional Palestina embrionaria.
Ese mismo año acudió en peregrinación a La Meca.
La firma de la paz de Washington en el 93, en la que intervinieron Arafat, Rabin y Bill Clinton fue uno de los motivos que ayudaron a que el líder palestino recibiese el Premio Nobel de la Paz en el 94.
También los Príncipe de Asturias quisieron rendir tributo a este gesto por la paz al entregarle el galardón.
1995: Con el ex presidente español Felipe González, en un encuentro mantenido en Gaza.
1997. Con Hassan II de Marruecos.
Con el presidente egipcio Mubarak en 1998, una reunión celebrada en El Cairo.
En el 97 también visitó París, donde se reunió con Jacques Chirac.
El líder de la Autoridad Palestina también mantuvo varios encuentros con Hussein de Jordania a finales de los noventa.