| Entrevista | Francisco Castañón |
«Hay gente haciendo setenta horas semanales»
Francisco Castañón dirige desde hace doce años la Oficina del Defensor del Soldado (ODS). Esta oficina está catalogada como una organización no gubernamental surgida en 1989 para asesorar a objetores de conciencia e insumisos. Tras la supresión del servicio obligatorio, cerró 16 de sus 17 oficinas. Hoy trabajan para ella apenas veinte voluntarios civiles formados en distintas disciplinas y, en la sombra, varios colaboradores militares. Por teléfono o bien en su sede de Madrid, el equipo atiende anualmente un millar de consultas, frente a las 45.000 de antaño. -¿Qué impresión le produjo el discurso del Rey? -Fue valiente y muy positivo, porque nuestro país necesita un debate en profundidad sobre la construcción de un modelo de Fuerzas Armadas profesionales. El Rey lo puso de relieve en la Pascua: hoy en día no estamos en la situación adecuada, es obvio. -¿Cómo viven la tropa y la marinería españolas actualmente? -La calidad de vida se ha elevado en los últimos años. Ha habido avances en recursos materiales y tecnológicos, incluso se han modernizado muchos cuarteles. Pero yo no situaría ahí la cuestión, sino en un problema más grave: los soldados ingresan y, una vez dentro, no encuentran todas esas ventajas profesionales que Defensa publicita. -¿Qué es lo que más echan ellos en falta, entonces? -Pues quieren oportunidades de tener una trayectoria laboral estable, de ascender y de reincorporarse a la vida civil en condiciones de normalidad cuando acaben sus contratos. Eso es lo que les prometen antes de entrar. El no conseguirlo les genera frustración y desmotivación. -Por delante de su cara habrán pasado las miserias de muchos militares, ¿no? -Claro que sí. Hay gente en las Fuerzas Armadas haciendo más de 70 horas semanales porque los cuarteles están vacíos. También debido a la falta de recursos humanos, otros encadenan cuatro misiones internacionales. A la larga estas jornadas provocan en los militares cansancio psicológico.