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| Reportaje | Espacios naturales |

Los dominios del buitre negro

El Valle de Iruelas se caracteriza por acoger una variada vegetación con importantes endemismos y albergar el área de nidificación del buitre negro más importante de España

Vista general del embalse del Burguillo, junto al Valle de Iruelas

Publicado por
Y. C. Álvarez - león
León

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El Valle de Iruelas, en la provincia de Ávila, situado en el extremo oriental de la Sierra de Gredos, en la vertiente izquierda del río Alberche y de la cuenca de alimentación del embalse del Burguillo, fue declarado ZEPA en 1991 por la Comunidad Europea y protegido en 1997 por la Consejería de Medio Ambiente bajo la figura de Reserva Natural. Abarca los términos municipales de El Barraco, El Tiemblo, Navaluenga y San Juan de la Nava y ocupa una superficie de 8.828 hectáreas. Se trata de un área de gran belleza cuyos valores naturales ofrecen un interés singular desde el punto de vista científico, cultural, educativo, paisajístico y recreativo. Compatibilizar esos usos y otros aprovechamientos tradicionales (madera y pastos) con la conservación de los valores naturales del Valle de Iruelas han sido las razones fundamentales para proteger sus recursos naturales condicionados a la presencia de las colonias de buitre negro. La riqueza del Valle A pesar de sus reducidas dimensiones, la Reserva Natural del Valle de Iruelas se caracteriza por su intrincada orografía. El paisaje presenta sierras de relieve accidentado con una considerable gama de orientaciones y exposiciones que posibilitan ciertos microclimas capaces de acoger una variada vegetación que contrasta con las cumbres y los pequeños neveros. Estas sierras se formaron en la era Primaria y aunque toda la Sierra de Gredos fue remodelada en el Cuaternario, aquí fue poco notable, presentando perfiles redondeados, incluso en los cerros más altos como la Escusa o la Cabeza la Parra. Las superficies de las cumbres (por encima de 1.600 metros) forman lomas o crestas con fenómenos periglaciares y pequeños neveros que conservan la nieve hasta la primavera. Una de las características de esta Reserva Natural son las cuencas de recepción torrencial que recogen el agua de las abundantes precipitaciones dando origen a torrentes y gargantas que crean pequeños valles en forma de V. Los arroyos existentes vierten en la Garganta de Iruelas, principal eje que surca el fondo del Valle hasta ceder sus aguas en el río Alberche. El fondo de barrancos, torrentes y arroyos está recubierto por depósitos aluviales. Sus suelos son de textura arenosa, muy permeable, básicos y pobres en nutrientes. Alrededor de 640 especies configuran su patrimonio vegetal. Las formaciones vegetales favorecen el control de la erosión y de abastecimiento de agua, regulando el flujo, el caudal y la calidad de las aguas que vierten al embalse del Burguillo. La principal masa arbórea está formada por bosque de pino resinero aunque también se localizan manchas de pino silvestre con rodales de pino laricio. Por encima de 1.400 metros los barrancos se cubren de saucedas y rodales de abedules, mientras que por debajo de esta cota aparecen alisos, fresnos, cerezos, avellanos y olmos de montaña. El matorral está formado por piornos, retamas, jaras, brezos y aulagas. El piso de pastizales está cubierto por los cervunales típicos de toda la Sierra de Gredos. En las zonas rocosas se encuentra la manzanilla de Gredos, un endemismo en regresión en el resto del macizo.