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Serían necesarios 25 millones de euros para salvar a los grandes monos de la extinción a la que parecen condenados

S.O.S. por los gorilas y los chimpancés

La deforestación, la caza ilegal y las infraestructuras constituyen sus grandes amenazas

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T. Fernández - león
León

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Según ha anunciado Klaus Toepfer, director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), sería necesaria una inversión de unos 25 millones de euros para salvar de la extinción a los grandes monos, como los gorilas y los chimpancés. En el transcurso de unas jornadas internacionales celebradas recientemente en Paris, Toepfer afirmó además, que «el reloj de la vida de estas especias, que comparten con el ser humano más del 96% del ADN, está a punto de alcanzar la media noche y si no se actúa de inmediato antes de 50 años habrán desaparecido del planeta». La deforestación, la caza ilegal, la construcción de infraestructuras, la usurpación de sus hábitats por parte de los seres humanos, las guerras, la minería, el comercio de animales vivos y muertos, y hasta el virus del ébola son las principales amenazas. Además, se capturan ejemplares para servir de alimento a las poblaciones locales. Por eso, desde la Unesco se afirma que salvar a los simios y sus ecosistemas no es cuestión de conservación, sino un acto de lucha contra la pobreza. La inversión que se pide desde Naciones Unidas se destinaría a establecer áreas de protección y medidas de conservación. En este sentido, tanto el Pnuma como la Unesco quieren poner en marcha encuentros entre representantes de los países que cuentan con grandes primates y preparar una conferencia internacional para finales del próximo año. ¿Adiós al gorila? Desde que en el año 2001 el Pnuma y la Unesco pusieron en marcha el programa en defensa de estas especies de primates, 16 de los 23 países con grandes simios han aumentado las medidas de protección. Según el citado programa, conocido con las siglas inglesas como GRASP, en menos de treinta años sólo quedará libre del impacto humano la décima parte del territorio natural de los gorilas, chimpancés y bonobos africanos. Desde ambos organismos se espera que con la inyección inicial estimada en 25 millones de euros puedan realizarse programas de desarrollo local, con especial incidencia en el ecoturismo, seguimiento de las colonias, incluyendo la ayuda de satélites, y creación de nuevas reservas. No obstante, desde GRASP se alerta de que el comercio de la carne de los grandes monos aporta anualmente unos 800 millones de euros y que en algunos restaurantes de lujo europeos todavía se sirve carne de chimpancé, serpiente, jirafa o de aves en peligro de extinción. La población de gorila se reduce a una velocidad alarmante calculándose que en el último medio siglo se ha dividido por cuatro hasta alcanzar los 100.000 ejemplares que se calculan viven libres en la actualidad. Además, se ha producido el aislamiento de muchas colonias, con el peligro añadido de endogamia. Según aseguran los expertos, de seguir a este ritmo en muy pocas décadas podrían extinguirse completamente. Sirva como ejemplo que, si en la década de 1980 se calculaba que los ejemplares de gorila de Nigeria y Camerún eran unos 1.500, apenas quedan 180 ejemplares. En cuanto a los que viven en las llanuras, de los 17.000 como máximo que se contabilizaban en el año 1995, los últimos censos reducen esta cifra a unos 2.000. Por el contrario, la subespecie de montaña, a la que hizo famosa la primatóloga Diane Fossey, ha aumentado ligeramente su población en los últimos cinco años.