Diario de León

Harold Shipman, condenado en el 2000 a cadena perpetua, mató a más de ?doscientas? personas

Aparece ahorcado el Doctor Muerte, el mayor asesino en la historia británica

Shipman apareció ahorcado el día antes de su cumpleaños

Shipman apareció ahorcado el día antes de su cumpleaños

Publicado por
M. Allende - corresponsal| londres
León

Creado:

Actualizado:

El mayor asesino en serie de la historia del Reino Unido, el doctor Harold Shipman, condenado en el año 2.000 a cadena perpetua por el asesinato de 15 pacientes - aunque en realidad asesinó a entre 215 y 260 personas durante un periodo de 23 años - fue hallado ayer ahorcado en su celda de la prisión de Wakefield, en Inglaterra. Harold, apodado por la prensa sensacionalista inglesa como «Doctor Muerte», utilizó el tradicional sistema de anudar las sábanas de su litera para colgarse de los barrotes de la ventana de la celda el día anterior a que cumpliera 58 años de edad. Su cuerpo fue hallado por los funcionarios de prisión a las 7,20 de la mañana, hora en España, y aunque intentaron su reanimación, su fallecimiento fue certificado dos horas más tarde. Shipman había estado bajo vigilancia constante durante el tiempo que cumplía sentencia en dos prisiones por las que pasó con anterioridad, pero desde que llegara a la de Wakefield el 18 de junio, la vigilancia constante había sido levantada. En los últimos meses Shipman no había dado señales de comportamiento suicida, aunque le fueron privadas todas las ventajas individuales por mal comportamiento. Acto de cobardía Los familiares de las víctimas de Shipman reaccionaron primero su repulsa por el «acto de cobardía» del asesino múltiple, pero tras reflexionar indicaron su pesadumbre porque con la muerte de Shipman quedará sin desvelarse el motivo que llevó a este doctor de cabecera, de semblante sereno y amable, a asesinar a sus enfermos en un periodo entre 1975 y 1998. «Siempre pensé en la posibilidad de que un día pudiera enfrentarme con él cara a cara y poderle preguntar por qué», indicaba ayer con pesadumbre Danny Mellor, hijo de una de sus víctimas. La mayoría de sus víctimas murieron mediante inyecciones letales de heroína, 171 fueron mujeres y 44 hombres, la mayor de 93 años y el más joven de 41 años. El portavoz del ministerio del interior, Paul Goggins, dijo que el ombudsman del sistema penitenciario británico debería de iniciar las investigaciones para esclarecer la manera en la que Shipman se suicidó, suceso que ha devuelto la polémica sobre la seguridad de los prisioneros de alto riesgo de gran notoriedad pública. Con anterioridad Fred West, el asesino de la «casa de los horrores», fue hallado ahorcado en su celda mientras esperaba juicio por sus múltiples asesinatos, y el año pasado Ian Huntley, el asesino de las niñas de Soham intentó suicidarse mediante una sobredosis en su prisión de Woodhill. La muerte de Shipman cierra una de los capítulos más oscuros de la historia criminal británica, pero abre uno de los interrogantes más fascinantes de la criminología, conocer qué llevó a este médico respetado y con un aspecto afable, a asesinar a sangre fría y de manera sistemática a más de 200 de sus 3.000 pacientes. Una de las conclusiones que más se aproxima a entender la psicología de este perturbado es su disfrute ante el proceso de la muerte, el disfrute de poder controlar la vida y la muerte de sus pacientes.

tracking