Peter Pan, ante el juez

El autoproclamado «Rey del pop», Michael Jackson, subrayó ayer su inocencia de los cargos de pederastia que le han sido presentados en medio del ambiente de carnaval que rodeó su primera comparecencia en los tribunales. Jackson, de 45 años y padre de tres hijos, recalcó ante el juez Rodney S. Melville su inocencia de los siete cargos de abuso de menores y los dos de embriagar a un menor. Su presencia, vistiendo traje oscuro y portando medallas de honor, sin guantes o máscara en su rostro, parecía emanar la misma gravedad que rodea a estos cargos, similares a las acusaciones que le rodearon hace una década. Sin embargo, sus zapatos, con toda la brillantina a la que esta estrambótica figura de la música tiene acostumbrados a sus seguidores, fueron la mejor descripción del ambiente carnavalesco que rodeó esta cita con la ley. Miles de seguidores, de acuerdo con el abogado defensor Mark Geragos entre «5.000 y 10.000 personas de todo el mundo», dieron la bienvenida a su ídolo mostrándole su apoyo y amor en sus pancartas, gritos y canciones, además de con la presencia de más de un imitador de la superestrella del pop. «Amamos a Michael Jackson, el verdadero rey», rezaba una camiseta mientras que en otra pancarta se podía leer «Inocente. Estos ojos no pueden mentir», un lema acompañado de numerosas fotos del intérprete. Un recibimiento que Jackson aceptó con tranquilidad, haciendo con los dedos el símbolo de la victoria y deteniéndose para hablar con su público. Un paseíllo hacia los tribunales de Santa María, en el estado norteamericano de California, más similar a la entrada de una gala de premios y que retrasó aún más su cita legal, prevista para las 08.30 horas (16.30 GMT) pero que no comenzó hasta veinte minutos más tarde. «Ha comenzado con mal pie... Le quiero avisar que no aceptaremos esto, un insulto para el tribunal», indicó el juez con una seriedad inexistente fuera de la sala. Benjamín Brafman, nuevo abogado que se ha unido al equipo legal de Jackson, se disculpó por esta tardanza pero indicó a la prensa que para su cliente «es difícil moverse en esta ciudad», debido a las muestras de apoyo. Un apoyo que dentro de la sala sólo le pudieron ofrecer a Jackson los miembros de su familia, su padre Joe, su madre Katherine, o sus hermanos Jermaine y Janet, entre otros, además de sus abogados.