CORNADA DE LOBO
Inmolación
VEINTIÚN AÑOS, dos criaturas de su vientre, la vida por delante y una obsesión: la muerte por detrás y ser mártir. Reventó preñada de explosivos esta niña-mujer palestina. La tradición musulmana promete a quien muera en guerra santa un cielo lleno de huríes, odaliscas de velo de gasa y vientre danzante, unas diez o veinte por barba, pero no parece haber un cielo para mujeres de la causa martirológica con diez o veinte maromos adornados de potencia y buen meneo. Pobre chica; ¿qué cielo le habrán prometido? Qué coraje: «Sólo Dios sabe cuánto quiero a mis hijos». Y les privó de madre, se fue para siempre y por mano propia, les destetó activando un detonador. La noticia nos sobrecogió y esparció el escándalo moralizante en el pensamiento occidental. Fue una inmolación, dijo un oyente. De eso nada, replicó un tertuliano; se suicidó; es el fanatismo de una suicida... Dice esto alguien desde su cómoda distancia y desde una óptica cristiana que está avalada por un retablo de miles de mártires que hicieron lo mismo, acudir embebidos y con cierta alegría gratuíta al martirio o al coliseo de las fieras a dar testimonio de su fe ganándose el pase automático a la diestra de Dios padre. Ya, replicarán, pero esta mujer ha dejado abandonados a sus dos hijos, ha aberrado de su obligación como madre y como persona, ha pecado contra la vida y su mandato. ¿Por abandonarlos?... Recuerda la exigencia evangélica: Jesús impone a sus apóstoles una condición innegociable: que abandonen todo, padre, madre, mujer o hijos porque les espera la viña del Señor a miles de kilómetros y, seguramente, una muerte apedreada, una cruz, una devoración de leones. Esa sangre que riega la tierra también la fecunda. Es la sangre que exalta cualquier religión; todas necesitan mártires, la generosidad altruísta del que da su vida por los demás. De acuerdo, pero esta tipa era una terrorista. Ya, ¿y qué era Luis X de Francia, canonizado san Luis, que predicaba guerras de liberación y reclutaba cruzados para rescatar Tierra Santa de la ocupación musulmana matando infieles y paganos a mansalva?... Parece demasiado simple y fácil reducir a fanático y terrorista a quien quema su vida en estos arrebatos de fe y de compromiso con su gente. ¿Y qué dice Bush que son los compatriotas que están mandando a morir en Irak?