Gente de aquí | Policía humanitaria
Héroes a cuatro bajo cero
Un agente en prácticas del Cuerpo Nacional de Policía, de 26 años, se arrojó al Bernesga para rescatar a un hombre que había caído desde el puente de Los Leones y le salvó la vida
Quizás, porque en las academias de policía la frase más repetida ultimamente es «ayudar al ciudadano», Javier S.A., un agente cacereño de 26 años que está realizando sus primeras prácticas en el Cuerpo Nacional de Policía de León, no se lo pensó dos veces. La hazaña que le ha convertido en héroe por unas horas ocurrió junto al puente de Los Leones. Eran las 4.45 horas de la madrugada del lunes al martes. Un hombre se acababa de arrojar al Bernesga y él, sin atemorizarse por los cuatro grados bajo cero que marcaban los termómetros, se tiró al río para intentar rescatar a la víctima. Su rápida intervención evitó una muerte. Javier trabaja en la comisaría leonesa desde hace sólo cuatro meses y esa noche estaba vigilando de paisano la zona centro, junto al subinspector P.B. Ambos se desplazaron hasta la zona tras recibir la llamada de un conductor de Alsa alertando de un posible suicida. Según explican, «nos acercamos sosegadamente, tranquilos, para intentar persuadir al hombre y hacerle recapacitar. Sin embargo, no nos dejó tiempo, cuando estábamos a tres metros de él, soltó las manos y se cayó al río». Los dos agentes emprendieron entonces una carrera a toda prisa para bajar a la margen derecha del río e intentar auxiliarle. Javier llegó un poco antes y se lanzó al agua. Lleno de lodo «Estaba lleno de cieno -recuerda-, y no pude nadar. Fui caminando contra el lodo hasta alcanzar por la espalda a la víctima, que estaba inconsciente, pero poco a poco pude arrastrarle hasta la orilla». Poniendo en práctica las enseñanzas de la academia, intentaron reanimar al hombre, le desvistieron porque presentaba síntomas de hipotermia y le propinaron cachetes en la cara para que no se durmiera. Los refuerzos llegaron rápido y se trasladó al herido al hospital, donde evolucionaba favorablemente. El agente, que se había mojado hasta el pecho, se marchó a casa también para cambiarse de ropa. Según bromeaba ayer, no tiene catarro y la satisfacción de haber salvado a un hombre compensa el llegar a tener una gripe. De igual modo piensa su compañero, un reconocido profesional, con 22 años de servicio a sus espaldas, que llegó a León hace dos años. El comisario provincial, Ángel Miñambres, destacó la buena labor de los dos agentes, que cumplieron «un principio básico de la policía: el de servicio público a la sociedad», precisó. El año pasado, la Policía realizó 1.300 actuaciones humanitarias.