Diario de León

| Crónica | La clave del origen |

El Spirit, descolocado

El robot ha encontrado rocas no volcánicas en el cráter de un volcán, por lo que los científicos se plantean si el lugar en el que tomó tierra en Marte es el correcto

En la imagen, «Adironack», una de las rocas encontradas y analizadas por el Spirit

En la imagen, «Adironack», una de las rocas encontradas y analizadas por el Spirit

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colpisa | washington

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El robot Spirit ha encontrado rocas no volcánicas en el cráter del Gusev, de unos 200 metros de diámetro. El hallazgo ha levantado las dudas entre los técnicos de la Nasa sobre el lugar de aterrizaje de la sonda marciana, por lo que han decidido perforar el terreno para determinar si el robot se encuentra o no en el volcán. Según la Nasa, del análisis de las primeras muestras tomadas por el robot se desprende que el material hallado tiene idéntica composición al encontrado por las anteriores misiones al planeta rojo, la Mars Pathfinder y la Viking, en 1990 y 1970, respectivamente. «No sabemos si este suelo procede del cráter del volcán Gusev. La muestra pudo haber provenido de cualquier otro lugar. Será muy interesante perforar algunos hoyos y ver si se ven igual» a mayor profundidad, dijo Squyres. Las muestras de tierra tomadas la semana pasada por los complejos instrumentos del vehículo de seis ruedas están compuestas por hierro y silicio, así como cantidades más pequeñas de cloro, calcio, níquel y azufre. Los científicos creen que el cráter podría haber sido el lugar donde existió una vez un lago hacia el cual fluía un río marciano. En todo caso, otras muestras posteriores han encontrado olivina, una piedra semipreciosa, que por lo general está relacionada con las erupciones volcánicas, dijo Steve Squyres, investigador de la Universidad de Cornell, responsable de los mecanismos de la 'Spirit'. Lo que sería posible si el terreno hubiese estado cubierto en tiempos remotos por una fina capa de lava. La Spirit inspeccionó este miércoles con un microscopio una piedra marciana del tamaño de un balón de fútbol, que ha sido bautizada Adirondack por los científicos estadounidenses. El análisis El microscopio lleva acoplada una cámara y dos instrumentos que permiten analizar la composición de las rocas: un espectómetro Mossbauer y un espectrómeto de rayos X, según explicó uno de los responsables de la misión Mars Exploration Rover, Mark Adler. El martes, el robot tardó en llegar a la piedra, distante unos tres metros, 30 minutos, dado que sus seis ruedas toparon con todo tipo de obstáculos. El ingeniero encargado de la Spirit , Eddie Tunstel, declaró que «estos son los primeros pasos» del robot y que «el desplazamiento tiene dos objetivos: llegar hasta las rocas y probar la manera por la que nos desplazamos en este terreno». Los investigadores querían comprobar si el robot se resbala al desplazarse por la superficie marciana. El equipo ha preferido esta piedra a Sashimi, otra roca, más fácil de alcanzar pero más polvorienta y, por tanto, más difícil de analizar. Las rocas son cápsulas del tiempo que contienen elementos del medio ambiente pasado, explicó otro experto, Dave Des Marais. «Debemos decidir que cápsula abrir» y Adirondack tiene una superficie plana que facilita la labor de los instrumentos del robot, indicó. La Spirit extendió su brazo mecánico el martes y perforó la superficie de la roca 'Adirondack' a fin de probar la posición de perforación, dijo Jennifer Trosper, jefa de la misión del Laboratorio de Propulsión de Jet, de la Nasa.

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