El motor, mejor apagado

La aplicación de las técnicas de conducción eficiente derriba varios principios irrefutables que los conductores tenían asumidos, pero que en la práctica, y en especial con las modernas tecnologías en los coches, se demuestra que son falsos. En punto muerto ahorro. Esta creencia es totalmente falsa. Dejar arrastrar el coche en punto muerto consume igual de energía que en el resto de la conducción. En quinta sí se ahorra. Por el contrario, con la velocidad estable en quinta marcha y sin pisar el acelerador el consumo es cero. Pisar el acelerador. Frente a lo que se cree, se gasta menos combustible pisando el acelerador en quinta que haciéndolo sólo levemente en cuarta, siempre y cuando el uso de esta última marcha no sea el adecuado para las condiciones de conducción. Apagar el motor. No se gasta más carburante, todo lo contrario, si se tiene que encender el motor todas las veces que sea preciso. Lo aconsejable siempre es apagar el coche cuando se vaya a estar parado durante más de un minuto, incluso en los semáforos que se mantengan en rojo más tiempo que los sesenta segundos aconsejados por el código . El 17% del consumo inútil de carburante se produce cuando el vehículo se encuentra en ralentí. Las certezas. El principal objetivo que se persigue con las técnicas de conducción eficiente que prepara Tráfico, que requerirán una mayor concentración del usuario, lo que también redundará en su seguridad, es ahorrar el consumo de carburante y reducir la contaminación ambienal.