Gritos de alborozo cuando el artefacto repitió con éxito al ritual de la desaparecida «Spirit»
«Opportunity» amartiza con éxito y envía sus primeras fotos de Marte
Muestras de júbilo entre los científicos de la Nasa al terminar con éxito la misión espacial
Opportunity , el segundo «rover» gemelo de la Nasa, culminó su viaje sietemesino a Marte con un preciso amartizaje en el punto y la hora previstos. Como el de su maltrecho hermano Spirit , aún paralizado, su objetivo será el rastreo geológico de una región distinta del planeta rojo, la Meridiani Planum, rica en hematita, un mineral afín al agua. Con dos vehículos sobre la superficie de Marte, EE.UU. reeditó ayer la hazaña de 1976, año en que posó las dos sondas Viking . La escena del pasado 4 de enero se repitió a las seis de la madrugada del domingo, hora española; gritos alborozados, abrazos y brindis en el centro de control de la Nasa, en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de Pasadena, California. Fueron, si cabe, más entusiastas que a la llegada de Spirit, después de la semana de nervios vividos en la agencia espacial estadounidense desde el miércoles, cuando se truncó el prometedor avance del primero de los dos robots gemelos de la misión Mars Rover Exploration (MER). Opportunity llegó sano y salvo al área designada. Los ingenieros de la Nasa tomaron la decisión de adelantar la apertura de los paracaídas que frenan el vertiginoso descenso a 19.000 kilómetros por hora, a la vista de lo observado en el amartizaje del Spirit , ya que Marte está hoy un 10% más lejos de la Tierra que hace tres semanas. El artefacto repitió el ritual de su gemelo; apertura de los air bags protectores, extensión de los paneles solares, de su cámara direccional y comunicación con la Tierra para enviar las primeras fotografías de su entorno. Un paisaje árido, menos pedregoso que el del cráter Gusev, al otro lado del planeta, donde está el Spirit , y una vetas irisadas que serán objeto de estudio del robot dentro de unos días, cuando acabe de desplegarse del todo, calibrar su instrumental y abandonar la cápsula de transporte para dirigirse hacia el área gracias a sus seis ruedas todoterreno. Se trata de hematita, un mineral de hierro que en la Tierra está asociado a entornos de agua líquida, y que podría arrojar pistas sobre la etapa remota en la que se supone corrió ésta por el planeta rojo. Los científicos se servirán de instrumentos instalados en el robot para determinar si esta capa de hematita gris proviene de sedimentos de un océano desaparecido hace mucho tiempo, de depósitos volcánicos alterados por el agua caliente.