El descenso en la calidad del semen humano se traduce en un incremento de la infertilidad
El hombre produce cada vez menos espermatozoides y de peor calidad
El volumen medio de la eyaculación masculina se ha reducido en las últimas décadas
Según las estadísticas, los testículos de un varón adulto producen diariamente unos 120 millones de espermatozoides, es decir, las células sexuales masculinas que portan en su cabeza el material genético y disponen de un flagelo para impulsarse. Desde los 15 años hasta el final de sus días, un hombre genera alrededor de 2,6 billones de espermatozoides. Sin embargo, como el varón practica a lo largo de su vida unas 4.000 relaciones sexuales, libera un total de 534.000 millones de espermatozoides de los cuales sólo uno fecundará al ovocito dando lugar a un bebé, que es, aproximadamente, la media nacional de niños por pareja. El resto, son reabsorbidos por el organismo como parte de un ciclo continuo. Los expertos desconocen el por qué de esta desproporcionada producción de células reproductoras, común en muchas especies animales. Tampoco han encontrado respuesta a cuál es su origen evolutivo y todavía quedan algunas lagunas en cómo se forman y maduran en los testículos, qué transformaciones sufren en su viaje a través de la vagina y el útero, y qué mecanismos utilizan para localizar, penetrar y fecundar el óvulo. En la actualidad, los investigadores desarrollan una píldora masculina segura y eficaz que anule su síntesis y no altere los niveles de testosterona. Pero existe otra circunstancia que está preocupando a la comunidad científica. En los últimos años se han publicado varios estudios que concluyen afirmando que la calidad del semen se ha reducido peligrosamente en los países desarrollados lo que podría provocar un aumento de los casos de infertilidad. Influencias ambientales En un trabajo publicado hace una década por investigadores daneses se recoge que en los últimos 50 años el volumen medio de la eyaculación masculina se ha reducido de 3,4 a 2,7 mililitros y que la concentración de esperma descendió una media de 113 a 66 millones de espermatozoides por mililitro, aproximadamente el 1% anual. Estudios posteriores afirman que, además, se redujo la movilidad así como la morfología de los mismos. Sin embargo, muchos expertos han criticado estos resultados y aseguran que es posible que los científicos no tuvieran en cuenta factores que influyen en la calidad del semen como la edad, época del año o el periodo de abstinencia. Además, recientes estudios realizados en E EUU revelan que la densidad espermática es similar a la obtenida hace unas décadas. De cualquier forma y según se recoge en la revista Muy , se cree que puede existir una relación directa entre la degradación espermática y el creciente aumento en el número de casos de cánceres de próstata y testículo. Sus sospechas se basan en que en Finlandia la incidencia de estos tumores es muy baja y la calidad de su semen es de las mejores del mundo. Finalmente, numerosos estudios científicos confirman la existencia de graves anomalías en la función reproductiva de especies animales de todo tipo, desde peces y reptiles, hasta aves y mamíferos. ¿La causa? Además de las fluctuaciones normales en la producción de esperma y de la susceptibilidad genética de algunos individuos a padecer algún grado de infertilidad, apuntan a alteraciones ambientales y a los hábitos sociales. La contaminación, el estrés, el tabaquismo, el alcohol, las radiaciones, la obesidad y la delgadez extrema, la falta de ejercicio, algunos tóxicos, y hasta el calor (se asegura que el uso de vaqueros y prendas muy ajustadas alteran la temperatura testicular) pueden reducir la calidad espermática. FRASES/PIES: Los problemas de reproducción por la calidad espermática pueden tener solución con la fertilización «in vitro» Alrededor del 10% de las parejas no consiguen tener descendencia en un plazo razonable Desde los 15 años hasta el final de sus días, un hombre genera alrededor de 2,6 billones de espermatozoides La contaminación, el estrés, el tabaquismo, el alcohol o el calor inciden sobre la calidad espermática El uso de vaqueros y prendas muy ajustadas alteran la temperatura testicular y reducen la calidad del semen