Características

Si se compara con animales de laboratorio, la eyaculación de la especie humana es la de peor calidad entre los mamíferos siendo muy habitual encontrar espermatozoides con dos cabezas o dos colas o que no pueden moverse, algo que compromete la fertilidad. En el semen de una rata o un ratón son normales todos los espermatozoides porque algunas células del epidídimo destruyen las células espermáticas anormales. Esto es algo que no ocurre en los testículos humanos. Detrás del bajo éxito reproductor del hombre (aproximadamente el 10% de las parejas no consiguen tener descendencia en un plazo razonable), puede esconderse la modesta calidad del semen. Se calcula que hay en el mundo unos 80 millones de varones con problemas en sus espermatozoides, para los cuales las modernas técnicas de reproducción asistida como la fertilización «in vitro» pueden ser la solución para conseguir descendencia. Según la clasificación de la OMS, para que el semen sea normal debe tener un volumen de más de 2 mililitros y una concentración de espermatozoides superior a los 20 millones y, además, la mitad de ellos deben tener buena movilidad. Finalmente, se considera una muestra normal incluso cuando el 70% de las células reproductoras tienen morfología anormal.