Muere la niña nacida con dos cabezas debido a la pérdida de sangre después de ser operada
Rebeca, la niña dominicana nacida con dos cabezas el pasado 10 de diciembre, murió ayer de un paro cardiorrespiratorio debido a una pérdida masiva de sangre siete horas después de ser operada por un equipo de dieciocho médicos. «Nadie se va a olvidar de que existió tan prodigiosa vida sobre la tierra» dijo ayer en una rueda de prensa el padre de la pequeña, Franklin Antonio Martínez, de 29 años. Sentado junto a su esposa, María Gisela Hiciano, de 26, Martínez destacó «la fortaleza y templanza» de su hija, que «peleó con la muerte desde el primer instante en que nació». La niña falleció a las 06.00 horas local (10.00 GMT), informó a EFE Benjamín Rivera, director de neurocirugía del Centro de Ortopedia y Especialidades de Cure Internacional en Santo Domingo, donde tuvo lugar la intervención. Según explicó el especialista, que participó en la operación, Rebeca «tuvo problemas de coagulación» que hicieron que «entrara en shock con un paro cardiorrespiratorio del que no pudo salir». Rivera lamentó el fatal desenlace «después de tanto esfuerzo y trabajo», y recordó que la niña «se mantuvo muy bien y estable durante toda la cirugía», que duró diez horas, desde las 13.00 a las 23.00 hora local (17.00 a 03.00 GMT) del viernes. Rebeca nació en el hospital Félix María Goico de la capital dominicana con una segunda cabeza, que habría sido de su siamesa, y en la que se insinuaban la boca, los ojos y las orejas.