Cosas de allí | El viaje más curioso
«Tola» cambia de casa
La osa más famosa del Principado entró ayer en un contenedor especial para ser así trasladada al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, donde se reunirá con su hermana « Paca»
Varios miembros de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras del Principado consiguieron ayer que la osa Tola entrara en un contenedor para hacer efectivo su traslado al Parque de la Naturaleza de Cabarceno, en Cantabria, para que se reúna con su hermana Paca . Técnicos del Principado comprobaron como la osa, que se dejó ver en varias ocasiones durante los últimos días, se acercó por fin al comedero que tiene el recinto que la cobija en la Senda del Oso en Proaza. El dispositivo de vigilancia de la osa se activó y dio resultado cuando Tola , por su propios medios, entró en el contenedor «Kulver», en el que permaneció esperando su traslado en un camión hasta el parque Cántabro. Sardinas y miel como cebo El mecanismo de captura de la osa fue el mismo que el utilizado para atrapar a su hermana, y, así, los técnicos del Principado colocaron dentro del contenedor sardinas y miel para que el animal se introdujera en el mismo, sin necesidad de utilizar la anestesia. Con el traslado de la osa hasta Cantabria se consigue la intención de las autoridades del Principado para que Tol a y Paca permanezcan en el zoológico cántabro mientras se arregla el cercado que se rompió el mes pasado debido a un derrumbamiento de piedras ocasionado por las fuertes lluvias que se registraron el mes pasado en la región. Según lo previsto, el traslado de Tola se llevó a cabo para que se reúna con su hermana en Cabárceno, en una zona separada de los demás osos. Presencia oficial El consejero de Justicia, Seguridad Pública y Relaciones Exteriores del Principado, Francisco Javier García Valledor, y el director general de Recursos Naturales y Protección Medioambiental, Cristino Ruano, estuvieron presentes durante el ejercicio de captura de la osa. Ambos plantígrados son visitados anualmente por miles de turistas, que pueden comprobar a las horas señaladas como comen, ya que los encargados de su manutención permiten la cercanía del público.