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Publicado por
LUIS ARTIGUE
León

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LOS ENCAPUCHADOS con chapela en vez de cerebro se han metido en la campaña electoral como una vaca entraría en una boutique. Son así de finos. Dicen que seguirán matando a diestro y siniestro salvo en Cataluña; que Cataluña será un coto privado de caza humana que no utilizarán. Y además parece que hay que agradecérselo a ese independentista con bigote a lo Obelix. Mira tú que bien. Pues no. Me niego. No pienso escribir sobre el izquierdismo desproporcionado, inoportuno y desfasado de Carold Rovira, ni tampoco sobre la actitud poco arriesgada del nuevo President. No, no quiero opinar sobre la noticia-bomba que acaba de arrojar algún comando en medio del clima electoral, pues estoy entre los que piensan que una estrategia certera frente al terrorismo es el ninguneo mediático y el peso del código penal. Sí, considero positivo que los medios de comunicación no les hagan ni caso. Algunos otros países de democracia mucho más asentada que la nuestra como el Reino Unido han soportado también la lacra del terrorismo. Sin embargo su actitud, el enfoque de los medios de comunicación nacionales frente a los atentados del IRA y sus reivindicaciones políticas difiere mucho del nuestro: Nosotros somos gente civilizada, organizada - dicen -, creemos en un estado de derecho y eso del nacionalismo armado nos parece folklore fanático, acciones caducas de mentalidades rezagadas... Así más o menos tratan los medios de comunicación británicos a los terroristas, desde ese prisma, restando importancia a sus argumentos excéntricos sin caer en la trampa de intentar rebatirlos ni contraargumentar. ¿Cómo hablar con una pared? La gran mayoría del país está segura de sus leyes y su enfoque y no dialoga con terroristas si estos no dejan las armas. Sin embargo llama poderosamente la atención que en España, si leemos los periódicos, escuchamos las tertulias radiofónicas o vemos los telediarios comprobaremos como no se deja de hablar ni un solo día del problema vasco, del nacionalismo vasco o de ETA. Ya que sólo se avanza por contradicción, como nos enseñó Hegel, yo me contradigo al escribir esta columna, sí, pero me niego. No sólo estamos hablando ya a casi todas las horas sobre la movida del País Vasco, que es precisamente lo que ETA quiere, sino que ahora además esta banda siniestra va y saca un comunicado para que en medio de la campaña electoral cambiemos nuestro tema de conversación, nuestra opinión y hasta nuestro voto. Señores políticos: no caigan en la trampa. No se pongan electoralistamente ahora a hablar sobre si diálogo con ETA sí, o diálogo con ETA no, pues ya todos tenemos claro que con quien tiene pistola en vez de boca no se puede dialogar. Antes lo teníamos claro y ahora también, y suponemos que ustedes piensan lo mismo. Todos lo tenemos claro menos el Señor Rovira, claro. Pero no lo hagan. No crucen por lo segado. No se tiren los trastos a la cabeza unos a otros en lo que tiene que ver con este asunto pues algo que tienen en común y no es materia de juegos verbales malabares de campaña. Han de estar unidos en este. No vayan ahora a romper su pacto sólo porque ETA lo quiera. E igualmente, señoras y señores periodistas, no nos vuelvan ahora a dar la brasa con lo de los vascos. Ya estamos más que hartos. Que no nos distraiga ahora precisamente ETA. Volvamos lo nuestro y no a lo de ellos. Sí, volvamos a donde estábamos que era muy importante. España se juega mucho. Hablemos de educación, de inmigración, de empleo fijo, de seguridad ciudadana, de futuro... Enfréntense a los problemas sociales y laborales y dígannos qué van a hacer para paliarlos. Desarrollen con claridad sus propuestas programáticas y exprésennos cuál es su forma de entender este país, de entender la vida diversa de sus gentes, de concebir la práctica política y el ejercicio del poder. Háblennos de su concepto de lo público. ¡Otro comunicado de ETA! Pero cómo va a comunicar ETA si para negociar sólo sabe matar. Eso es lo que esa banda sabe hacer: monólogos. Ni caso. Cada vez que ETA haga un comunicado sin haber dejado las armas los periódicos, las televisiones, los políticos, todos debiéramos decir, en mi opinión, ETA NO y a otra cosa mariposa. No hay mayor desprecio que no hacer aprecio.