El demócrata Kerry alerta a los americanos del peligro de la propuesta en plena campaña electoral
Bush pide cambios constitucionales para impedir los matrimonios gais
El alcalde de San Francisco ha expedido ya 3.000 licencias para uniones homosexuales
Bush se lanzó ayer al ruedo legislativo y proclamó abiertamente su apoyo a una enmienda constitucional que prohíba el matrimonio entre personas del mismo sexo. «Si queremos evitar que el sentido del matrimonio cambie para siempre nuestra nación tiene que promulgar una enmienda constitucional que proteja el matrimonio en América», afirmó desde Washington. Los conservadores estadounidenses clamaban por una decisión así desde que el pasado noviembre la Corte Suprema de Massachussets, en una sentencia sin precedentes, declarara ilegal la prohibición sobre los matrimonios entre homosexuales y anunciara que a partir de mayo las parejas del mismo sexo podrían casarse en dicho estado. Esa fue la chispa que encendió la llama de la esperanza gai y que provocó el primer fuego el pasado 12 de febrero cuando el alcalde de San Francisco Gavin Newsom decidió comenzar a expedir licencias de matrimonio a personas del mismo sexo saltándose a la torera las leyes del estado, que definen explícitamente los matrimonios como «la unión entre un hombre y una mujer». Licencias de matrimonio Desde entonces más de 3.200 licencias han sido expedidas por su alcaldía ante el horror de grupos ultraconservadores como Campaign for California Families, que denunció la decisión ante la justicia y el pasado viernes se llevó la bofetada del juez Ronald Evans del Tribunal Superior de California, quien afirmó que los denunciantes no habían sido capaces de probar por qué los matrimonios entre homosexuales «provocarían daños irreparables sino se impedían». Otro juez californiano también se negó la pasada semana a dictar sentencia contra las bodas gais. Ante la llegada masiva de parejas homosexuales procedentes de todo el mundo, el fiscal general de California Bill Lockyer, a petición del gobernador Arnold Swarzenegger, anunció el lunes que el viernes llevaría el asunto ante la Corte Suprema de California mientras que Massachussets se prepara para discutir el próximo 11 de marzo en el Congreso la posibilidad de enmendar su constitución estatal tras el infructuoso intento llevado a cabo a principios de este mes. Una institución fundamental «Después de dos siglos de jurisprudencia y de milenios de experiencia humana, unos cuantos jueces y autoridades locales pretenden cambiar la institución más fundamental de la civilización. Sus actos han creado confusión en un tema que requiere claridad». Así arremetía ayer Bush contra las decisiones judiciales, mientras que republicanos moderados afirmaban que enmendar la constitución era un paso exagerado. «Este tema ha de ser resuelto en los tribunales» afirmó el congresista republicano David Dreir. El intento del ala más conservadora de la sociedad de quitarle la potestad a los jueces para dárselo a los legisladores preocupa a los grupos de derechos civiles y está siendo utilizado, en pleno año electoral, por los candidatos demócratas como arma arrojadiza contra Bush. «Todos los norteamericanos deberían inquietarse cuando un presidente con problemas políticos pretende cambiar la constitución de los Estados Unidos en pleno arranque de su campaña electoral» aseguró ayer el candidato demócrata John Kerry.