Vertederos: una fuente de alimento casi ilimitada para las aves Incremento de población

El aumento de la producción y el consumo supone, entre otras cosas, el rápido crecimiento de los residuos generados, calculándose que en España cada habitante genera diariamente 1,2 Kg. de basura, una parte de los cuales va a parar a los vertederos, convirtiéndose así, en una fuente constante y casi ilimitada de alimento aprovechado por una variada fauna. Encontrar abundante comida representa para estos animales un ahorro de tiempo y energía en la búsqueda de alimento, especialmente en los meses de invierno. Sirva como ejemplo que algunas especies como la cigüeña común han experimentado una considerable recuperación con un incremento de sus poblaciones y su distribución en Castilla y León, pasando de las 2.000 parejas estimadas de 1984 a las más de 8.000 actuales. Además, el cambio en la dieta parece afectar también a su comportamiento migratorio siendo cada vez mayor el número de ejemplares que permanecen todo el año en la península en lugar de emigrar hacia África. Variedad de especies Las aves que frecuentan los vertederos son muy diversas y poseen gran adaptabilidad y alta tolerancia ante la presencia del ser humano. Unas son de mediano tamaño, como la cigüeña común, mientras que otras son más pequeñas y oportunistas como los córvidos (corneja, urraca, graja, grajilla y cuervo), que suelen vivir en colonias y comer carroña y desechos. La cigüeña común cría en toda la Comunidad siendo las provincias de León, Salamanca y Segovia donde se encuentran los mayores núcleos reproductores. En las proximidades de los vertederos cada vez es mayor el número de nidos lo que origina altas concentraciones de ejemplares para alimentarse. Su dieta es muy variada y comprende insectos, ranas, culebras y peces, sin rechazar los roedores y restos cárnicos de los basureros. También se pueden observar, de forma intermitente, pequeñas rapaces diurnas como el milano real, el milano negro o el ratonero común que, además de consumir pequeñas aves y mamíferos, no desdeñan los restos orgánicos que acompañan a la basura doméstica. El milano real cría en todas las provincias de Castilla y León, anida en los árboles y forma pequeñas concentraciones en las zonas donde se alimenta. Aunque sus principales presas son pequeñas aves y roedores, gran parte de su alimentación está formada por carroña y desperdicios (trozos de carne, pescado, huesos o vísceras), sin olvidar el alimento que acostumbran a robar a otras aves del vertedero. El milano negro es asiduo visitante de la península entre febrero y septiembre formando colonias de varias decenas de nidos junto a los vertederos, granjas de animales y mataderos. Consume peces, pequeñas aves, mamíferos, carroña y desperdicios orgánicos de todo tipo, lo que unido a su adaptación a las zonas humanizadas ha motivado su amplia distribución. También destaca la presencia del cormorán grande o la gaviota reidora que, aunque su hábitat son los grandes embalses y los ríos caudalosos, no faltan a la cita de los vertederos. Por último, la gaviota argéntea, una especie marina que también acude a los basureros y cloacas de los ríos, o el buitre leonado que aparece de forma esporádica. En Castilla y León las cigüeñas han experimentado una sorprendente recuperación con un incremento de sus poblaciones y su distribución, pasando de las 2.000 parejas estimadas de 1984 a las más de 8.000 actuales.