Insatisfacción general
La Conferencia concluyó con un documento final que no ha dejado contento a nadie. Según los representantes de algunas delegaciones hispanoamericanas, no se ha logrado un compromiso claro por parte de las naciones desarrolladas en la financiación de los programas de conservación de la biodiversidad en zonas de Hispanoamérica y del sur de Asia. Aunque la Declaración final reconoce el importante papel que desempeñan las comunidades indígenas en la conservación del medio ambiente, no hace referencia ni a la propiedad intelectual sobre los ancestrales usos que hacen de la naturaleza ni a que disfruten de los beneficios que proporcionan sus recursos naturales (comercialización de medicinas y productos agrícolas a partir de sus plantas y semillas). Tampoco se llegó a un acuerdo para proteger los océanos (afectados por la sobreexplotación, la contaminación, las perforaciones petrolíferas y el cambio climático), dejando esta cuestión para la COP8 que se celebrará en Brasil en el año 2006. Europa acogerá dos reuniones preparatorias de esta conferencia, una en Italia, sobre espacios naturales protegidos, y otra en España sobre el acceso de los países pobres a los beneficios de su riqueza natural. Finalmente, el texto recoge el objetivo de crear para el año 2010 una red de espacios naturales protegidos que garantice la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, no existe ninguna obligación legal ni se destinan fondos para su puesta en marcha, por lo que será muy difícil su cumplimiento por parte de los países en desarrollo.