Su objetivo ha sido impulsar medidas para frenar la pérdida de especies que sufre el planeta
Decepción de todos los países en la Cumbre sobre Biodiversidad
Han quedado pendientes muchos asuntos para tratar en la próxima reunión de Brasil
Representantes de 188 países, entre ellos España, así como de organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales han participado en la Séptima Conferencia de las Partes (COP7) del Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas que se ha celebrado recientemente en Kuala Lumpur (Malasia). Su objetivo principal ha sido impulsar las medidas necesarias para frenar la pérdida de la biodiversidad que sufre el planeta, con el horizonte puesto en el año 2010, objetivo que la UE quiere aplicar con más ambición en su territorio hasta llegar a detener por completo en esa fecha la desaparición de especies de flora y fauna. La agenda de la cumbre incluyó, además, iniciativas para preservar la diversidad biológica de los ecosistemas montañosos, la gestión y conservación de las áreas protegidas, la transferencia de tecnología y cooperación entre países, y los proyectos para salvar a especies en peligro de extinción. Desaparición de especies En la tercera Conferencia sobre Biodiversidad en Europa, preparatoria de esta COP7 y celebrada en España el pasado mes de enero, se acordaron una serie de recomendaciones para llevar a esta cumbre con la intención de que fuesen recogidas en su Declaración final. Entre ellas destacaron, promover el desarrollo, antes del año 2010 en tierra, y del año 2012 en el mar, de ecosistemas nacionales y regionales integrales, ecológicamente representativos, para que sean gestionados como áreas protegidas y redes ecológicas integradas en una Red global, subrayando su importancia en la atenuación y adaptación al cambio climático. Además, la UE defendió la necesidad de establecer un Grupo de Expertos Técnicos para la puesta en marcha de la Gestión Integrada de la Zona Costera. Según manifestó la comisaria de Medio Ambiente, Margot Walström, durante la sesión inaugural, en Europa hay más de 12.000 especies amenazadas de extinción: el 42% de los mamíferos, el 15% de las aves, el 45% de los reptiles, el 30% de los anfibios, el 52% de los peces de agua dulce y el 45% de las mariposas. Además, afirmó que «desaparecen especies y ecosistemas entre mil y diez mil veces más rápido de lo normal, algo que no ocurre sólo en la selva tropical, en India o en África, también en el territorio europeo». En la reunión de Malasia, la UE convirtió al lince ibérico y a las medidas adoptadas en España para su conservación en un símbolo de su compromiso con la lucha para preservar las especies en peligro de extinción. Este felino, del que apenas quedan unos 150 ejemplares, cuenta con varios proyectos destinados a potenciar su supervivencia en libertad y un Plan de Cría en Cautividad que se realiza en Doñana. En la COP7 se dio a conocer un informe sobre los bosques de montaña y en especial los de «neblina», ubicados en África, Asia y Sudamérica. A pesar de ocupar apenas el 2% de los bosques húmedos tropicales, su conservación es fundamental porque, además de dar refugio a muchas especies autóctonas, tienen una importancia económica muy grande ya que capturan la humedad de las nubes y aseguran el suministro de agua a millones de personas del mundo en desarrollo. El estudio, elaborado por Naciones Unidas, alerta que aunque son muy sensibles al cambio climático y un ligero aumento de la temperatura podría elevar las nubes y su consiguiente desaparición, la principal amenaza que sufren a corto plazo es la tala para aumentar la superficie agrícola.