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El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara de Representantes con 276 votos a favor

EE.?UU. prohibirá demandar a los restaurantes de comida rápida

La medida pretende acabar con las demandas «frívolas» contra la industria alimentaria del país

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efe | washington

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La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer un proyecto de ley que prohíbe demandar a los restaurantes de comida rápida cuyo consumo causa la obesidad de sus clientes. La iniciativa fue aprobada por 276 votos a favor y 139 en contra 24 horas después de anunciarse que la obesidad está a punto de superar al consumo de tabaco como causa de muerte en Estados Unidos. El proyecto deberá pasar ahora al Senado donde podría plantearse una versión similar, dijeron fuentes legislativas. Demandas «frívolas» James Sensenbrenner, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, señaló que el objetivo es poner fin a las demandas «frívolas» contra la industria de los alimentos del país. Esas demandas, dijo el legislador republicano, «amenazan las fuentes de empleo y elevan los precios de los alimentos en las escuelas y para el público en general. Necesitamos más sentido común y raciones más saludables y no demandas ridículas». Según Ric Keller, representante que patrocinó el proyecto, ha llegado el momento de poner fin a «esta nueva cultura en que todo el mundo se hace la víctima y culpa a los demás de sus problemas». La aprobación del proyecto ocurrió en momentos en que se intensifican las presiones para que las empresas de comida rápida pongan fin a una dura competencia que consiste en ofrecer porciones cada vez más grandes de sus productos. La semana pasada, la empresa de hamburguesas McDonald's anunció que eliminará la «porción supergigante» con el objetivo de «simplificar el menú». El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reveló el martes que la creciente obesidad de la población de Estados Unidos se ha convertido en una amenaza que estaría a punto de superar al tabaco como principal causa de muerte en el país. Se calcula que el 64 por ciento de la población de ese país (unos 130 millones de personas) sufre de sobrepeso o es obesa, lo cual supone que son más propensas a padecer enfermedades.