Curas islámicos
¿SERÁ BASTANTE?... Retirando las tropas españolas de Irak, ¿se dará por satisfecha la bestia y apuntará ahora a otro lado en su rifa de anatemas con muerte gigantesca? Se duda. Piensan algunos populares en su rebote rebotadísimo que Zapatero la ha cagado al descolgarse del compromiso internacional de ocupación iraquí, pues vendría a establecer que a partir de doscientos muertos un grupo terrorista ya sabe que se alcanzan objetivos de inmediato; el chantaje funciona. La insensatez de este juicio no se disculpa ni desde el aturdimiento desquiciado de la derrota mal asimilada. ¿Prefiere el aznarismo que sigan las cosas como están a la espera de otros doscientos muertos que vengan con una hogaza de votos bajo el brazo para darles a ellos la suerte y la baraka de un Zapatero que parece regado con milagrosa agua de peruco?... Ni un ejército ni una tarta a repartir valen una sola vida; menos aún otro espanto. Ahora bien, la pregunta de la pesadilla seguirá escarbándonos el sueño: ¿se darán por cumplidos estos carniceros iluminados de Alá o persistirán en su demanda de los reinos y ciudades de Granada y Córdoba como figuraba en los papeles afganos de Al Qaida?... Motivos son lo que le sobra al hijo de cien zorras y un tocino para no dejar de ser un hijoputa. ¿Seguirán Ceuta y Melilla señaladas como objetivo del fundamentalismo islamista marroquí? ¿Se confinaría Trillo en el islote de Perejil para tranquilizarnos?... SOS-racismo ruega hoy al periodismo que eluda la palabra islamismo al hablar de las salvajadas apocalípticas rifadas por terrorismo musulmán para no incriminar a quienes profesan la respetable fe del Islam y evitar xenofobias que aún laten en el subconsciente ibérico (de «matar judíos» con limonada hay quien pasaría a «matar moros» con wisky y coca skin). Alegan que católicos son los vascos o irlandeses adictos al detonador y nadie dice «terrorismo católico». Cierto, pero no sacan la fe a pasear. El terrorismo islamista sí, ante todo, lo primero, y nos meten un Corán por el culo pegado a una bomba. Será el propio islamismo quien haya de prohibirles usar su nombre erradicándolos de su paisaje y sus mezquitas en las que tantas veces se citan o conspiran. ¿Es que no hay también silencios cobardes o cómplices entre islamistas de buena voluntad? ¿No se apuntarán a ser curas vascos?