El S40, el Volvo tecnológico y compacto, ya está en los concesionarios de la marca

Con la llegada a los concesionarios de la berlina S40, Volvo completa el escalón de acceso a sus gamas que, como se recordará, contaba, desde hacía algunas semanas, con el familiar V50 que, eso sí, tardará todavía uno o dos meses en verse en los escaparates de las concesiones oficiales que el fabricante sueco mantiene en nuestro país. Tal como sucede con el V50, Volvo tiene puestas fundadas esperanzas en su nuevo producto que, además de compartir tecnología con otros modelos de la marca, se convierte en una opción asequible para quienes pretendan acceder a unos productos de acreditada solvencia tecnológica y de seguridad capítulo, éste último, en el que Volvo viene haciendo, tradicionalmente, evidentes esfuerzos. Si bien el S40 reduce sus cotas exteriores (50 milímetros menos que su antecesor), incrementa sensiblemente su niveles de equipamiento y el apartado de seguridad. Tan es así que el pequeño de la casa adopta ciertas patentes que Volvo ya firmaba en el buque insignia S80, como es el caso de la estructura frontal deformable para proteger a los peatones en caso de atropello. También los ocupantes del vehículo se ven favorecidos por la construcción de la carrocería con diversos tipos de acero de deformación programada, de forma que se consigue mantener el habitáculo prácticamente intacto, tanto se trate de impactos a baja como a alta velocidad. Incluso la protección frente a impactos laterales es la misma que puedan proporcionar las berlinas altas de gama en los catálogos de Volvo. También la seguridad activa se beneficia de una carrocería más rígida (menos torsiones y mejor comportamiento dinámico) a la vez que se montan faros optimizados y, lo mejor, unas suspensiones revisadas al alza, independientes en ambos trenes y con el trasero multibrazo, que permite controlar mejor los posibles derrapajes. Información exacta Como primicia mundial, el S40 adopta un sofisticado sistema inteligente de información al conductor que Volvo denomina IDIS y que evita distracciones en circunstancias de congestión de tránsito, de forma que el propio sistema pospone algunas de las funciones del coche que no incidan directamente en la seguridad de la conducción. Al igual que sucede con el familiar V50, la berlina S40 monta una nueva gama de motorizaciones compactas de las llamadas de baja fricción y situadas transversalmente en el vano motor, de forma que queda más sitio en este citado habitáculo que incide favorablemente en las también mencionadas zonas de deformación programada. Dos propulsores conforman la oferta de gasolina: 2,4 y 2.4i (140 y 170 caballos respectivamente) ambos de cinco cilindros en línea multiválvulas (cuatro por cilindro) con sincronización continua (CTV) y gestión electrónica. Como ya es habitual en el fabricante, la versión de gasolina más potenciada (220) recibe la denominación T5. En cuanto a la oferta de gasóleo, el S40 adopta el reciente 2.0D (turbodiesel de inyección directa y origen PSA) que entrega 136 caballos. La gama se ampliará a lo largo de año con otros dos gasolina de 1.8 litros (120) y 1.6 litros (100) además de un gasóleo 1.6D (110). Sobre la base de la tracción delantera, la caja de cambios pueden es la automática adaptativa de 5 marchas (de serie en toda la gama) y la manual herencia S60-R para el potenciado T5. El turbodiesel puede montar un cambio manual de seis marchas.