Cosas de aquí | Gastronomía
Virutas de la dieta del León
El restaurante Jabalquinto presenta unas jornadas de carnes exóticas en cuyo menú entran desde carpaccio de canguro hasta brochetas de ñu, pasando por ensalada de cebra
Una carta que contiene carpaccio de canguro, ensalada de cebra, brocheta de ñu o bisonte a la plancha es como poco extraordinaria, pero existe, al menos hasta el 6 de abril en uno de los restaurantes más actuales de León. Feliciano, el joven cocinero del Palacio Jabalquinto, un local enclavado en pleno Barrio Húmedo, prepara con esmero durante esta semana un menú elaborado con las carnes más exóticas que existen y que se comercializan desde los centros de producción, criaderos y granjas donde se reproducen para el mercado internacional algunos de los herbívoros más emblemáticos de la sabana africana, como el ñú o la cebra; o el bisonte de las praderas de América del Norte o el emblemático canguro de los páramos de Australia. Todos ellos conocidos por nuestra sociedad gracias a los documentales o las películas de aventuras, pero que allí, en su lugar de origen, se han transformado ya en animales domésticos, comparables a nuestras vacas y ovejas, pero con un sabor exótico que merece la pena conocer. El menú degustación que exhibe el restaurante, al precio de 39 euros, comienza con un plato de carpaccio de solomillo de canguro, una carne ligera pero de sabor exótico que se aligera al acompañarla con foie o salsa vinagreta, mucho más conocida para nuestros paladares. La blanca y tierna carne de cebra se sirve en ensalada con verduras de temporada y el colofón lo marca un jugoso filete de solomillo de bisonte americano, cuyo intensísimo sabor es suavizado por frambuesas y otros frutos del bosque. En medio, el sabor intermedio de la carne ñu, servida en brocheta. Aún falta el filete de avestruz presentado sobre tortilla de arroz con salsa de Valdeón. El postre de este variado menú es también exótico, pero compuesto de ingredientes más conocido: un pastel de albaricoque perfumado con lavanda. En su primer día de servicio, Feliciano destaca que ha sido una buena idea. Los clientes acuden al restaurante en busca de esos nuevos sabores que se prometen en la carta. Palacio de Jabalquinto se encuentra en la calle Juan de Arfe, en el casco antiguo, fue la residencia del último descendiente del séptimo conde Luna. En él se forjaron las estrategias carlistas y otros acontecimientos de los últimos cuatrocientos años de historia leonesa. En este espacio arquitectónico se han habilitado más de 400 metros cuadrados para el disfrute gastronómico, repleto como está de salones privados, animados como están por una carta muy animada.