Barcelona, primera gran ciudad de España contraria a las corridas de toros

El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer una declaración institucional para posicionarse en contra de las corridas de toros, con lo que se convierte en la primera gran ciudad de España que se declara antitaurina. Solamente poblaciones pequeñas como Coslada, en Madrid, han adoptado declaraciones de este tipo desde que Tossa de Mar (Girona) promovió por primera vez esta iniciativa en la década pasada, hecho que tuvo gran repercusión internacional y que le reportó una gran notoriedad turística. En su declaración, el Consistorio barcelonés se declara «contrario a la práctica de las corridas de toros» en base a la nueva Ley de Protección de Animales, aprobada en julio del 2003 en el Parlamento catalán, que considera a los animales «dotados de sensibilidad física y psíquica». El texto institucional, redactado conjuntamente entre PSC, CiU, ERC e ICV, a iniciativa de ERC, fue sometido a votación secreta y obtuvo 21 votos a favor, 15 en contra y dos en blanco. Tras la votación, los diversos grupos expresaron su posicionamiento, que fue conjunto en todos los partidos excepto el PSC, que abogó por «aprovechar la oportunidad» que ofrecía la votación secreta para ejercer la libertad de voto. Por su parte, CiU e ICV-EA declararon públicamente que todos los miembros habían votado conjuntamente a favor de la declaración y el PP expresó su rechazo unánime como partido a la propuesta. Ciudad pionera Barcelona se convirtió ayer en la primera gran ciduad española en declararse «antitaurina» y lo hace siguiendo la trayectoria iniciada en 1998, cuando fue el primer municipio en aprobar una Declaración Municipal para la Defensa y los Derechos de los Animeles, que establece el derecho de los animales a «no ser víctimas de malor tratos, esfuerzos desmedidos, espectáculos violentos ni actos crueles que les comporten sufrimiento físico o psíquico».