Ha resucitado

Madrugan y se afanan las mujeres por llegar de mañana hasta el sepulcro donde descansa el Nazareno. O, al menos eso es lo que piensan desoladas mientras preparan aromas y perfumes para un muerto antes seguido en los caminos que la tumba no ha logrado retener. Pero dos personajes misteriosos les dirigen el mensaje más gozoso que habrán de transmitir a los hermanos: «Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado». No nació para el sepulcro el caminante que se hará desde ahora encontradizo a todos los que añoren su presencia y lo busquen con sincero corazón. *** «¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?» Os dicen que está la salvación en los palacios y en el lujo de los que imitan en falso su esplendor; en la velocidad funesta que nos lleva a lugares que nada nos ofrecen; en las drogas que atontan y envilecen a quienes anhelan paraísos imposibles: en figuras de famosos que brillan un instante y pronto se apagan en la náusea y el silencio. Os prometen larga vida Y tesoros fantasmales de mentira. ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? *** «No está aquí» No está la salvación en los sepulcros abiertos por la soberbia y el desdén. Tampoco en las fosas excavadas desde siempre por la avaricia insaciable de unos pocos. No está la salvación en el abuso de este cuerpo que nos fue entregado como amigo y compañero. Ni está en el odio de todos los airados que siembran la muerte a cada paso. No está la salvación en la gula insatisfecha de quien consume el pan de sus hermanos. Ni en la envidia serpentina que, taimada, acecha a los que sueñan un mundo en libertad. No está la salvación en la modorra acomodada de quien ha renunciado a la esperanza. No está aquí. 1397124194 *** «Ha resucitado». Ha resucitado el Salvador anunciado desde antiguo por cientos de profetas inspirados, anhelado por los pobres y oprimidos que no encontraban arrimo en la justicia, acogido por los niños y los pobres, y el pecador arrepentido de sus culpas. Ha resucitado el salvador y con él ha renacido la esperanza de un mundo renovado que pueda ofrecer a los humanos razones nuevas y mejores para vivir y esperar en el amor. Ha resucitado.