Algunos consejos
Como la astenia primaveral no está relacionada con ninguna causa orgánica ni psíquica, los afectados no deben alarmarse; se trata de un trastorno temporal ante el que hay que adoptar una serie de medidas preventivas. Por ejemplo, no deje de tomar el sol; la piel continuará produciendo melatonina, una hormona relacionada con el ritmo circadiano, cuya concentración es baja durante el día y alta por la noche, que puede facilitar la adaptación del cuerpo a las distintas estaciones informándole de la duración de las noches. También es recomendable llevar una dieta variada, baja en grasas y rica en fibra, que proporcione al organismo hidratos de carbono, proteínas, sales minerales, vitaminas y agua, aumentando el consumo de frutas y verduras. Igualmente, se debe cuidar la actividad física (ejercicio físico diario y aeróbico), respetar el periodo de descanso nocturno (de al menos siete horas), las horas de las comidas y la actividad profesional. En ocasiones, puede ser necesario un aporte extra de minerales y vitaminas, siempre y cuando no se sobrepasen las dosis diarias recomendadas. Aunque algunas personas pueden verse favorecidas tomando bebidas estimulantes como café o té, el tomillo también es un tonificante para el sistema nervioso. Las infusiones de hipérico o Hierba de San Juan mejoran los estados de ánimo en procesos depresivos (aunque pueden producir sueño) y el Ginseng aumenta la resistencia al cansancio estimulando el sistema nervioso central.