El director del observatorio de la Unión Europea reclama una legislación común sobre drogas
Aumenta en Europa la demanda de tratamiento por adicción al cannabis
Garzón dice que los radicales islámicos son ejemplo de unión entre el terrorismo y el narcotráfico
El director del Observatorio Europeo de la Droga, Georges Estievernart, destacó ayer en Palma el aumento generalizado y la «banalización» del consumo de cannabis en todos los Estados de la Unión Europea, así como el incremento de la proporción de toxicómanos que entra en instituciones para recibir tratamiento a causa de la adicción a esta droga. Estievernant, que participó en la primera jornada del Congreso Internacional de Comunidades Terapéuticas, hizo referencia a la estabilización del consumo de anfetaminas, heroína y éxtasis en los últimos tres años y a la expansión del policonsumo desde mediados de los noventa. Estievernart también destacó el «buen momento» para abordar la lucha contra la droga en Europa, cuando están a punto de ingresar en la Unión Europea diez nuevos Estados. Precisamente, los países del Este se han convertido en el principal mercado del opio producido en Afganistán. Es el caso de Rusia, con 2,5 millones de consumidores, más que el total de la Unión Europea que llega a 1,5 millones. El experto apostó por una mayor convergencia de las legislaciones europeas ante el reto de la ampliación, ya que, dijo «no es bueno enfrentar un problema común con legislaciones diferentes». Por su parte, el juez Baltasar Garzón, que participó en las mismas jornadas, abogó por la creación de un organismo internacional que aglutine los esfuerzos para erradicar el terrorismo y el narcotráfico. El magistrado estableció un paralelismo entre organizaciones terroristas y mafiosas con el narcotráfico. Dijo que «el ejemplo más paradigmático» de financiación del terrorismo a través del narcotráfico es «el terrorismo integrista islámico». La situación en Francia Un 21% de los chicos franceses de 18 años reconoce fumar más de diez porros de hachís al mes, según un estudio realizado por instituciones públicas, con la ayuda del Observatorio de Drogas y Toxicomanías. Las chicas de esa misma edad son menos adictas que sus compañeros de clase y sólo un 7% alcanza ese ritmo que permite tipificar a los jóvenes en consumidores regulares. El estudio observa que el consumo de hachís entre los jóvenes franceses es casi tan regular como el del alcohol. En la última década, se ha triplicado el número de jóvenes de 16 y 17 años que han fumado más de diez porros a lo largo de un año, hasta superar ligeramente el 20% en el caso de los chicos, y el 10% en el de las chicas. «El consumo de cannabis se rejuvenece, se banaliza y su uso frecuente aumenta», constata el estudio.