Los 17 embalses de la Cuenca del Duero almacenan cerca de 2.400 hectómetros cúbicos
Las reservas de agua se encuentran casi al 90 por ciento de la capacidad total
Está garantizado el abastecimiento y se afronta la campaña de riegos con optimismo
A poco más de seis meses de haberse iniciado el año hidrológico (1 de octubre) las precipitaciones en forma de lluvia y nieve caídas en Castilla y León durante las últimas semanas no sólo han aumentado el caudal de los ríos, sino también el nivel de agua embalsada. De esta forma, los 17 embalses del Estado, gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), almacenaban a primeros de abril cerca de 2.400 hectómetros cúbicos, casi el 90% de su capacidad, muy similar a la de las mismas fechas del pasado año. Con estas cifras, los responsables de la CHD afirman que con la cantidad de agua retenida y la nieve acumulada en las montañas se garantiza el suministro para el consumo durante todo el año y se puede afrontar la próxima campaña de riegos con optimismo. La única excepción se producirá, como en otras ocasiones, en las zonas que toman el agua del Sistema Carrión, formado por los embalses palentinos de Camporredondo y Compuerto, tradicionalmente deficitarias. A pesar de las optimistas previsiones, desde la CHD se advierte que la Comisión de Desembalse (en la que están representados la administración los regantes, ayuntamientos y eléctricas) se encarga de regular la cantidad de agua que se desembalsa para atender las necesidades de abastecimiento y de la agricultura. Durante este año hidrológico se calcula que serán unas 300.000 las hectáreas regables, cifra muy similar a la del año anterior. Los embalses leoneses de Riaño y Porma, con 83.000 hectáreas serán los que más superficie atiendan, seguidos de los del sistema Pisuerga (Cervera, Requejada y Aguilar), que tienen asignadas 50.500 hectáreas. En cuanto a los acuíferos, aunque la recarga se está realizando con bastante lentitud a pesar de las abundantes precipitaciones, desde la Confederación se insiste en que aún es pronto para afirmar si en los meses que faltan para que concluya el año hidrológico podrán tener la carga suficiente para atender la demanda del regadío. Cifras en ascenso Aunque las lluvias y nevadas de las últimas semanas no han sido homogéneas en todas las zonas, los embalses de la cuenca del Duero retienen importantes niveles de agua. Así, según los datos facilitados por la CHD, ya hay tres que se encuentran al 100%. Se trata del Arlanzón (Burgos) y Pontón Alto (Segovia), cuya capacidad es de 22 y 7,4 hectómetros cúbicos, respectivamente. Por su parte, en los embalses de Las Cogotas (Ávila), Villameca (León), Compuerto (Palencia) y el de Linares del Arroyo (Segovia), entre otros, el agua está a punto de llenar su vaso. Las mayores entradas se han producido en los pantanos leoneses de Porma y Riaño, y en los palentinos de Camporredondo, Compuerto y Cervera que se encuentran al 90% de su capacidad. Lo mismo sucede en el de Cuerda del Pozo (Soria), donde se supera el 85%; Santa Teresa (Salamanca), con más del 80%, o Aguilar (Palencia), con más del 77% de agua embalsada. Conviene recordar que ha sido necesario aumentar los desembalses para prevenir futuras inundaciones provocadas por el deshielo y evitar comprometer los resguardos de determinados embalses, que en caso de producirse de manera brusca, podrían alterar la capacidad de regulación. Aunque se abrieron las compuertas en todos los pantanos de la cuenca, las mayores cantidades se liberaron en los de Salamanca (Águeda y Santa Teresa) y Palencia (Camporredondo y Compuerto).