Los laicos piden que la asignatura de Religión se enseñe fuera del horario lectivo
Las organizaciones progresistas de la enseñanza consideran que la asignatura de Ética e Igualdad, que deberá estudiarse a los 15 años para combatir los malos tratos a mujeres, tendría que extenderse a todos los cursos, desde la etapa de infantil hasta la de bachillerato. Las mismas entidades abogaron ayer por la supresión del área de religión en la escuela, materia que a su juicio debe enseñarse fuera del horario lectivo. La Confederación Estatal de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA), sindicatos de profesores como STE,s y CGT, e IU, entre otras organizaciones, presentaron ayer un manifiesto que propugna la denuncia de los acuerdos entre el Estado y el Vaticano. La petición no sólo se refiere al credo católico, sino que abarca a todo tipo de creencias, incluidas las de musulmanes, protestantes y judíos, cultos que tienen suscritos acuerdos de cooperación con la Administración central. Privacidad El argumento que esgrimen las organizaciones que promueven la iniciativa es que la religión pertenece a la privacidad de las personas, por lo que el adoctrinamiento debe hacerse fuera del horario lectivo o preferiblemente en templos. Las organizaciones firmantes sostienen que no debe contraponerse la asignatura de Ética e Igualdad, que el Gobierno del PSOE pretende implantar para erradicar la violencia contra las mujeres, como alternativa a la religión. A juicio de Maite Pina, presidenta de la Ceapa, esta materia ha de aprenderse en todos los cursos de la educación no universitaria. «Es una materia que necesitan todos los alumnos», adujo. El hecho de que el Gobierno socialista vaya a suspender la aplicación de la Loce no es motivo para que la Ceapa retire sus recursos contra contra la ley y en concreto contra el estatuto de la clase de religión. De acuerdo con Pina, la asociación de padres no va a cejar en su lucha contra la enseñanza de credos en la escuela española, ni en la pública ni en la concertada. En opinión de Manuel García, del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (STE's), no es admisible la interferencia de la jerarquía católica en el funcionamiento de los centros escolares, fenómeno que se produce con la designación de profesores de religión por parte de los obispos, dado estos docentes carecen de los requisitos que se exigen al resto de docentes.