Una aerolínea irlandesa quiebra y deja en tierra a 400 pasajeros

Hasta 400 pasajeros de la aerolínea irlandesa JetGreen que viajaron a España deberán volver a Irlanda por sus propios medios, afirmó ayer la compañía tras confirmar el miércoles pérdidas millonarias y el cierre de sus operaciones. Apenas una semana después de iniciar su andadura comercial, JetGreen , con base en el aeropuerto de Dublín, explicó que su colapso se debió a la retirada, en el último momento, de uno de los socios capitalistas cuya inversión ascendía a 800.000 euros. La compañía, que volaba a Málaga y a Alicante desde el pasado 4 de mayo, ha depositado un fondo de 500.000 euros en la autoridad reguladora competente para reembolsar a los viajeros perjudicados por la cancelación de sus vuelos. Según apunta la prensa irlandesa, unos 200 turistas permanecieron ayer en el aeropuerto de Málaga a la espera de un vuelo a Dublín con la aerolínea estatal Aer Lingus , previsto para hoy y cuyo precio es de 240 euros. La aerolínea de billetes baratos Ryanair , también irlandesa, tiene todos sus vuelos completos hasta el próximo sábado y la tarifa se situaba ayer en los 159.60 euros. Durante los últimos meses, JetGreen , que empleaba a 22 trabajadores, lanzó una fuerte campaña publicitaria en la que ofrecía billetes de ida a sus dos destinos españoles por tan sólo 1 euro. En junio, la aerolínea tenía previsto inaugurar rutas a Roma, Faro (Portugal) y Niza (Francia) y se encontraba inmersa en negociaciones con la autoridad aeroportuaria irlandesa, Aer Rianta , para incrementar sus operaciones en el aeropuerto de Dublín. Sin embargo, el único avión de Jetmagic , un Boeing 757, quedó aparcado este miércoles en la capital irlandesa después de efectuar unos pocos viajes diarios a Málaga y Alicante. El cierre de JetGreen ha confirmado la dificultad de introducirse en un mercado dominado en Irlanda por la compañía nacional Aer Lingus y por Ryanair , del empresario irlandés Michael O'Leary. A principios de este año, la aerolínea Jetmagic , con base en el aeropuerto de Cork, al sur de la isla, cerró al confirmar que había acumulado una deuda de 11 millones de euros desde su creación en abril del 2003 debido a la falta de pasajeros. La aerolínea estaba financiada por varios empresarios de la región, disponía de 37 aerobuses y cubría rutas a Francia, España e Italia.