A LA ÚLTIMA
Bárbaros de aquí
LO HA dicho el ministro de Justicia: «No habrá indultos para los agresores de mujeres». La frase en sí produce alivio, habida cuenta de que todos los días una mujer o pierde la vida o es agredida por su pareja. No hay varitas mágicas para acabar con la violencia doméstica, pero es urgente que el Gobierno ponga en marcha las medidas para intentar frenar a esa suerte de monstruos que resuelven las diferencias sentimentales matando. El indulto es una medida de gracia que corresponde en exclusiva al Gobierno, así que juridicamente no hay nada que objetar a la intención del ministro López Aguilar. La pregunta que muchos pueden hacerse es si puede reformarse un agresor de mujeres, ¿puede? La tipologia de los agresores es diferente, los hay jóvenes, maduros, viejos, con estudios elementales y estudios universitarios, con trabajo y en el paro, incluso jubilados... los agresores son distintos entre sí, pero tienen algo en común: la ira, la ira contra las mujeres, contra sus compañeras a las que quieren doblegar. Otra pregunta que mucha gente se hace es ¿y es que antes no había agresores, por qué hay tantos casos ahora? Yo creo que si había monstruos como los de ahora, pero antes se consideraba que la violencia doméstica era un asunto que quedaba entre las cuatro paredes de la casa y que a nadie, excepto a la pareja, concernía. Antes, algunas mujeres sufrían en silencio la barbarie de sus parejas, hoy, poco a poco, muchas se atreven a pedir ayuda, a intentar salir del círculo infernal que supone el ser maltratadas de palabra y obra. Y es precisamente en ese momento, cuando se produce la «rebelión», cuando la mujer dice que no puede más, cuando el bárbaro que tiene a su lado termina matándola, porque no soporta que ella escape de la esclavitud psicológica a la que la tiene sometida. Es la impotencia, la inseguridad, el machismo más repugnante el que conduce a matar a sus compañeras. López Aguilar ha anunciado que el Gobierno no indultará a los agresores de mujeres, y la medida como brindis al sol está bien, pero no resuelve el problema principal. Uno de los compromisos más importantes adquiridos por Zapatero es que arbitrará medidas urgentes para acabar con la violencia doméstica. Las tiene que poner en marcha ya, no es soportable que todos los días continue siendo noticia que una mujer ha muerto a manos de su pareja.