| Reportaje | El obsequio de León |
Olmo, nobleza leonesa para Palacio
El Ayuntamiento de León elige una pareja de cachorros de mastín leonés, de Azadinos y Babia, como regalo de boda para el príncipe Felipe y doña Letizia Ortiz
La elección del regalo con el que el Ayuntamiento de León decidió para agasajar al Principe de Asturias y a su prometida, Letizia Ortiz Rocasolano -con motivo de su enlace matrimonial- se envolvió en una discreción tal que ni los mismos interlocutores conocieron hasta ayer la intención de la operación. Dos cachorros de mastín leonés, o español, representan el obsequio del consistorio de la capital leonesa al heredero de la Corona Española por su boda. Dos cachorros de mastín que simbolizan la relación de este perro con la provincia leonesa al que se distingue como animal de nobleza. Además de las formas, la elección también cuidó el contenido; se buscaron camadas recientes, sin relación sanguínea entre ellas, con un origen y pureza de raza contrastada a través de la línea de descendencia de los progenitores. Puro pedigrí. La búsqueda, gestada a través de responsables de la Sociedad Canina Leonesa, dio resultado a pocos kilómetros de la capital leonesa, en localidades de la ribera del Bernesga, en donde han pasado sus primeros días los dos cachorros elegidos. «Este va a vivir como un rey», comentó Mario Alonso, criador en Azadinos de los dos mastines que engendraron la camada en la que nació Olmo de los Zumos, el cachorro que pasará el resto de sus días en alguna dependencia de Palacio, una vez que el Ayuntamiento de León haga entrega del regalo. Con olmo compartirá destino una perrita atigrada, miembro de una camada cercana, propiedad de un ganadero de una localidad cercana a la capital leonesa. Olmo, hijo de Serenna y Salas, -un campeón de España- dejará atrás sus dos primeros meses de vida en busca del lugar que le ha deparado el destino. Mientras correteaba tras la sesión fotográfica, su criador ratificó sus señas de pedigrí: «Nos íbamos a quedar con toda la manada; de este nos desprendemos por tratarse de la razón de que se trata». Ramón Carrera, concejal de Consumo, explicó los pormenores de la elección: «Pensamos en el mastín por sus vínculos con León; decidimos que fueran macho y hembra, sin relación para que no tengan problemas de consanguinidad en casos de que lleguen a tener prole; y el pedigrí está fuera de dudas», dijo el concejal al anunciar el propósito del obsequio. El Ayuntamiento presentará en sociedad a los dos cachorros, Olmo y a su compañera, que inmediatamente después serán enviados a la Casa Real.