Los colores tienen una influencia determinante en nuestra vida

¿Quiere vender su casa rápidamente? Pinte la puerta principal de verde. ¿Le parece mentira? Pues no lo es, según explica Philippa Merivale, una experta en colores que dice que la pintura verde es capaz de hacer eso: «El verde se asocia con riqueza y además es un color agradable al subconsciente, porque recuerda la paz y tranquilidad de la naturaleza. Como la casa es un refugio contra el ajetreo de la vida diaria, ¿qué mejor mensaje a un posible comprador?». No es sólo el color de la puerta principal lo que influye en las personas. Si quiere que sus niños coman verdura, pinte la cocina de naranja, un color que estimula el apetito. Y si se lleva trabajo a casa, pinte el despacho de azul pálido porque es un color que calma y ayuda a concentrarse. Los psicólogos y analistas de colores dicen que el color puede influir de manera decisiva en nuestro talante. Angela Wright, psicóloga especialista en colores formada en el hospital Queen Mary's de Roehampton, Londres, dice: «Es falso que el color sea un fenómeno puramente visual. Va mucho más allá del aspecto de las cosas y nos influye psicológica y fisiológicamente». Pennie Cullen, consultora de colores y coautora del libro Your Colours, Your Home, añade: «El color nos rodea pero, como lo damos por hecho, no nos damos cuenta de lo que influye en nuestra vida. Muchos de mis clientes no están contentos con el ambiente donde viven o trabajan, aunque no saben por qué y quizá es porque sus habitaciones no están pintadas del color adecuado». Uno para cada actividad Las empresas multinacionales también se toman lo del color muy en serio y por eso Angela Wright tiene clientes como Shell, BT, Motorola y además el servicio británico de prisiones. «Trabajo con muchas organizaciones para ayudarlas a funcionar mejor», dice la psicóloga. «Estoy asombrada del gran número de oficinas pintadas de gris, un color aburrido que mata cualquier motivación. Usar colores mejora el rendimiento en el trabajo, pero cada actividad necesita su color. Por ejemplo, los contables no tienen que trabajar en un ambiente de amarillos o naranjas, colores demasiado estimulantes, sino de azules, que favorecen la concentración. Un equipo de ventas es mucho más dinámico y requiere toques de rojo, amarillo y naranja». Además dice que el mismo principio se puede aplica en casa: «Tenemos que pensar cómo usamos el espacio. Si el salón es nuestro santuario, el sitio donde descansamos y generalmente no vemos la televisión, hay que elegir colores suaves. Pero si es el sitio donde recibimos y charlamos con los amigos, debemos pintarlo con colores más brillantes que animen a la amistad y a la conversación». Angela Wright continúa diciendo: «El azul no es un color adecuado para el comedor, porque las comidas serían aburridas. Es un color muy relajante. El amarillo no es adecuado para habitaciones de niños, aunque muchos padres primerizos lo utilizan. Es demasiado estimulante. Si el niño usa el cuarto sobre todo para dormir, hay que pintarlo de violeta, azul o crema pálido». Aunque llamar a un especialista en colores no es todavía muy corriente, muchas personas se atreven ya con colores más vivos y algunas empresas ofrecen un servicio especializado en combinar colores.