Una auténtica riada de fieles custodió ayer a la Virgen de Castrotierra en su vuelta al santuario, que puso fin a la novena en la Catedral de Astorga para rogar por la lluvia.
54 pendones y pendonetas de las comarcas amparadas por el templo, y 36 cruces parroquiales, compusieron el cortejo de cinco kilómetros de longitud.
Una señora, con una elegante pamela, se protege del intermitente sol que hacía sus apariciones en la romería.
Esta otra joven recurre a un paraguas para resguardarse de los que venga. sol o lluvia, todo era posible ante la inestabilidad atmosférica.
A juicio de los procuradores de la tierra, la participación popular no ha tenido parangón en los últimos treinta años
El buen tiempo, y el adelanto de la vuelta al domingo para facilitar la asistencia popular, pueden ser las claves de este rotundo éxito de convocatoria, que multiplicó el público asistente en los alrededores del castro.
El pendón de Santa Marina del Rey se rompió, y el de Piedralba (Santiago Millas) salió por primera vez en sesenta años en la vuelta de la rogativa.
Son detalles de un recorrido de veinte kilómetros en el que los alcaldes acompañaron por tramos a la patrona, y que la música popular y el vino fresco hicieron más corto.
El Subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez, acudió al paso de la comitiva del término municipal de Valderrey al de Riego de la Vega, y realizó un tramo del camino.
Es muy importante que los participantes en este tipo de eventos se equipen con un buen calzado.
El Subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez, acudió al paso de la comitiva del término municipal de Valderrey al de Riego de la Vega, y realizó un tramo del camino.
Las limosnas recogidas durante la novena serán entregadas para obras en el templo.
Como en toda romería que se precie, la música popular no faltó.
La de Castrocontrigo es una de las primeras romerías que se celebran este año en la provincia de León.
Al pie de la cuesta que sube al santuario la talla fue recibida por la Virgen del Rosario de Castrotierra, en medio de cánticos, después de que la primera derramase durante más de una semana el agua ansiada.
El vino tampoco suele faltar en este tipo de fiestas populares, en los que la tradicional bota se convierte en uno de los signos inequívocos.
Una vez más la romería de la Virgen de Castro demostró su poder de convocatoria.
Sin duda que esta señora fue la romera más original a la hora de comatir los rayos solares.
Entre rezo y rezo a la virgen siempre hay tiempo para echar unos bailes.